domingo, 30 de mayo de 2010

Entrevista en blog del día

La página premios blog del día publica hoy una entrevista realizada al autor de este blog.


¿Por qué te decidiste a iniciar el blog?
La idea surgió cuando todavía estaba estudiando arquitectura. Desde siempre me sorprendió la ausencia en España de un debate en torno al clasicismo arquitectónico que surgió en el último cuarto del siglo XX tras el fracaso del Movimiento Moderno. Fue toda una sorpresa descubrir que en Reino Unido y Estados Unidos ese diálogo está presente en la Universidad y vida profesional con resultados muy positivos. Fue ante la práctica ausencia de referencias en español sobre dicho debate, y una vez que pude asentar mi propio discurso, cuando me animé a escribir.

¿Cuál es el propósito del blog?
Como se indica en la cabecera, es un espacio en lengua española (aunque en ocasiones se duplican los artículos en inglés) destinado a investigar y difundir la nueva arquitectura clásica contemporánea. El contenido es mayoritariamente original, con artículos de opinión e investigación, aunque en ocasiones incluyo traducciones de artículos relevantes o referencias a publicaciones especializadas. Se trata en general de crear en la red ese debate que se ignora en las universidades y publicaciones especiales.

¿Alguna experiencia o anécdota destacable como blogger?
Gracias a una entrada que escribí sobre la cancelación del programa docente de la Escuela de Arquitectura de Viseu entré en contacto con el arquitecto clasicista Lucien Steil quien me invitó a visitar la sede romana de la Escuela de Arquitectura de Notre Dame. A partir de ahí he podido entrar en contacto con otros arquitectos clasicistas e intercambiar ideas y estrategias de actuación.

¿Qué esperas del blog en el futuro?
Continuar difundiendo la arquitectura clásica contemporánea en el ámbito de habla hispana a la vez que mostrar mi propia obra profesional a medida que esta se desarrolle.

¿Cómo es la persona que hay detrás de este blog?
Un arquitecto joven y trabajador, inquieto, siempre investigando tanto para mi desarrollo profesional como personal. Gran aficionado a la lectura y la Música Clásica. Sencillo y muy motivado con mi profesión.

¿Qué dirías a los bloggers que empiezan?
Les diría que tengan constancia, muchos blogs se abandonan a las pocas entradas porque se piensa que no tiene seguidores ni lectores habituales y el propio blog necesita un poco de rodaje para que empiece a ser conocido más allá del círculo de amigos. Que hablen de lo que les gusta y sean originales pues siempre encontrarán blogueros afines; es importante tener un hilo temático conductor. Que publiciten su blog siempre que encuentren a alguien que comparta la misma temática pero que sean prudentes en los intercambios de enlaces para no enlazar con gente poco afín o con temáticas totalmente diferentes a la del blog.

martes, 25 de mayo de 2010

II Jornadas de Conferencias. Tradición, Tecnología y Sostenibilidad

La sección de Aula de Cultura de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura "Aula de Investigación de Arquitectura Sostenible" se complace en invitarles a participar en las "II Jornadas de Conferencias. Tradicción, Tecnilogía y Sostenibilidad", contando con la participación de Don Pablo Álvarez Funes, arquitecto licenciado de la Esc. Téc. Sup. Arquitectura de Sevilla. Agradeciendo siempre el apoyo, colaboración y financiación por parte de la Universidad de Sevilla que a través de las Ayudas de CICUS que han hecho posible este evento.

- Viernes 28 de mayo de 18.30 a 20.30

Arq. Pablo Álvarez Funes

Las conferencias se realizarán en el aula N.3.1

Patio de la Fundación Municipal Jose Luis Cano, Plaza de Juan de Lima, 5. Algeciras, Cádiz

miércoles, 19 de mayo de 2010

How can sustainable urbanism mitigate city sprawl?

Sustainable urbanism bets, apart from other factors, for a way of living based in traditional cities, while urban sprawl is based on the American New Deal’s growth model. Urban sprawl requires an intensive use of automobile because social activities are fundamentally separated: work, housing and leisure are located in remote places from each other. However, sustainable urban design of the traditional city takes the compactness of urban applications, combining multiple activities in one building. In this way buildings can be used as shops and offices in their ground floors, and the followings as housing. The European historical city model, with its concentration of housing, shops and entertainment venues in the same area, reduces automobile use, which is the most unsustainable urban sprawl element.

Therefore, with a compact city car use and consequent energy expenditure will be lower. While activities are concentrated the height of the buildings increases, but a disproportionate increase in height will overspend materials and facilities whose production and use are highly polluting. That is why sustainable urban typologies should be based on a average density which not overwhelms the city. Again, we must look at the traditional city and its buildings with four/five floors and load bearing structures as an ideal model. Besides, load bearing wall structures are insulated and by using traditional techniques environmental impact is mitigated.

In an urban sprawl model density is very low and green spaces very large, but privately owned. In this way each owner has a small garden plot but can not enjoy great parks. But the compact mode of sustainable urban design can enjoy more public green areas. First, medium density blocks of housing could allow semiprivate courtyards that serve as a direct entertainment for each neighbourhood community. This model has been widely used throughout history and we can find examples in the blocks designed by Ildefonso Cerda for Barcelona Extension in 1859 and Seville old corral style communal homes, to name two Spanish cases. Second level is represented by squares, direct heirs to Roman Forum. Squares, arcades or not, organize the city around a historical landmark: church, market, palace, theatre… allowing social life around it, as the surrounding buildings themselves are also homes. It is essential a pedestrian plaza to allow free development of activities without fear of cars or their concentration when used as a parking. This square concept justifies an urban sustainability that seeks concentration of activities and allow great urban parks. These parks have their origins in the palace gardens which eventually opened to the public: a large green area for use and enjoyment of citizens who find the entertainment that don’t allow small gardens in an urban sprawl. These garden islands within a compact city allow a contact with nature without the need to use the car. Therefore avoids unnecessary trips by concentrating activities in a smaller place.
Another problem about urban sprawl is that for growing it needs to occupy a large amount of land and often these lands are forest or farms. Its transformation into urban areas implies the loss of fertile land and natural areas that could be exploded in a sustainable manner contributing to community development itself.

In conclusion, sustainable urban design can face urban sprawl by implementing a set of common principles to traditional European urbanism, moderate densification, public squares and public parks. In a compact city that combines several activities under one roof you need few time to travel from one point to another and also allow the guideline of each site vernacular architecture will allow a growth that will devour less land and thus mitigate the urban sprawl.

martes, 18 de mayo de 2010

Progreso no siempre implica modernidad

Publicado originalmente en: RIBAjournal.com
Traducción: Pablo Álvarez Funes

La arquitectura tradicional es la favorita del gran público, dice Robert Adam, sin embargo los profesionales dedicados a la misma son en el mejor de los casos ignorados por la élite arquitectónica y en el peor, objeto de burla. Aboga por el estudio del diseño clásico e insta a alejarse de un mundo dividido entre los nuevos localismos y el sometimiento a la moda.


La arquitectura tradicional muestra explícitamente sus orígenes y su ascendencia desde un pasado arquitectónico a veces remoto. Esto la distingue de la actual corriente arquitectónica, donde el imaginario histórico está restringido al Movimiento Moderno de principios del siglo XX y la originalidad y la invención son bien recibidas. Los arquitectos que se posicionan en la tradición apenas llegan al 2% en Reino Unido, raramente se publican sus trabajos en medios profesionales o son citados por ellos y raramente ganan concursos.

A pesar de su tendencia al individualismo, los arquitectos comparten algo más que sus diferencias. Todos han de enfrentarse a clientes y presupuestos, programas y normativas, y los edificios deben tenerse en pie y proteger de las inclemencias del tiempo. Mientras que las formas radicalmente extraordinarias, los costes extravagantes y las composiciones poco prácticas son la moda, la mayor parte de los edificios de todos los estilos responden a diseños simples y sencillos. Algunos arquitectos elitistas creen que los edificios tradicionales son caros, poco prácticos y difíciles de ejecutar, pero en realidad no hay diferencia de presupuestos, funcionalidad y facilidad de construcción durante el proceso de diseño. Además, para la sorpresa de muchos, la construcción tradicional ha resultado ser especialmente sostenible. Para un observador actual las diferencias entre la corriente arquitectónica principal y el diseño tradicional parecen estar sólo en la expresión externa de la forma del edificio y el uso de los materiales. De hecho, algunos promotores ven las fachadas como algo estilísticamente intercambiable, para consternación de muchos arquitectos.

A pesar de importantes puntos en común, la élite arquitectónica desaprueba o ignora discretamente al pequeño número de tradicionalistas que hay entre ellos. Esto va mucho más allá de la mera aversión o preferencia estilística. Las posibilidades de pasar por una escuela de arquitectura que incluya proyectos tradicionales en su programa docente son cercanas a cero y muchos estudiantes, ambiciosos pero intelectualmente vulnerables, caen en la línea oficial. Los ataques, tanto públicos como entre bastidores, realizados hacia los arquitectos tradicionales más relevantes han sido característicos de algunos acontecimientos recientes de cierta relevancia, pero son sólo la punta de un gran iceberg que se dirige al CABE (Commission for Architecture and the Built Environment – Comisión para la Arquitectura y el Entorno Construido), las plantillas de arquitectos municipales, los jurados de concursos e incluso las profesionalmente elaboradas políticas de planificación urbana. La condena del diseño tradicional tiene incluso su propio vocabulario especializado: “pastiche”, retrógrado”, “fuera de nuestro tiempo” y similares. Cuando puede encontrarse algún apoyo éste oscila entre una tolerancia en aras de la variedad y una aceptación condicional a que los proyectos planteados permanezcan seguros en el mundote los facsímiles académicos.

Público perplejo.
Los tradicionalistas se han acostumbrado a esta exclusión y les desconcierta su exclusión profesional, pero el gran público encuentra esto inquietante en una profesión al parecer liberal. A pesar de la creencia a principios del siglo XX de que el público se acostumbraría al Movimiento Moderno (la original y subyacente filosofía de la actual élite arquitectónica), este no ha sido el caso. Encuesta tras encuesta, incluyendo dos de CABE (la última suprimida), indican que a lo largo del tiempo alrededor del 85% del público prefiere con notable persistencia las soluciones tradicionales. Como las viviendas son productos para la venta en un mercado abierto, esto tiene una influencia directa en los resultados construidos. Sin embargo, en edificios públicos y comerciales el principio comercial que rige es el alquiler del espacio, y el mercado no es el público sino comisiones, promotores, agentes e inquilinos, muchos de los cuales se han suscrito al nexo teórico entre progreso y diseño vanguardista. En consecuencia, no hay antecedentes en las encuestas públicas y esto ha llevado a la creencia entre los arquitectos que los gustos del público en cuanto a vivienda y edificios públicos son diferentes. Una encuesta encargada a mi estudio este año por YouGov (compañía encuestadora de Reino Unido), aunque limitada en su difusión, indica la posición más habitual: la preferencia del público por el diseño tradicional permanece constante en todos los tipos edificatorios, incluso produciendo el mismo resultado de 85%.

Desfase lógico.
Esta relación entre la arquitectura tradicional y la élite arquitectónica plantea dos preguntas: ¿Cómo puede haber una relación inversamente proporcional entre las preferencias del público y los profesionales? Si la arquitectura es un reflejo, más que un generador, de tendencias en un amplio contexto social, político y económico, ¿cómo se relaciona su actual situación con el resto del mundo?

Como parte de la cultura de las Bellas Artes, la mayoría de los arquitectos suscriben una visión dominante que data del Movimiento Romántico decimonónico según el cual el arte sólo necesita justificación mediante la autoexpresión del artista. A finales del siglo XIX esto se convirtió en el movimiento de las vanguardias, donde el artista era libre para inventar libre de restricciones impuestas por una sociedad que con el tiempo llegaría a reconocer su genialidad artística. Así se libero al artista (o arquitecto) de cualquier necesidad de satisfacer los gustos o preferencias del público. De hecho, ser denostado por la opinión pública se convirtió desde entonces en un símbolo de honor, una prueba positiva de que el artista es genuinamente vanguardista.

La teoría de la vanguardia está enraizada con la creencia Ilustrada en la inevitabilidad del progreso impulsado por el cambio. Una teoría histórica formada en un periodo de crecimiento acelerado ha llevado a la convicción de que lo importante de un periodo histórico es lo que lo diferencia de los demás (sin importar que siempre son mayores las similitudes que las diferencias). A partir de aquí sólo hay un paso para afirmar que las características definitorias de nuestro tiempo se encuentran sólo en aquellas cosas que son únicas y que para ser consecuentes con nuestro propio tiempo debemos fomentar esa singularidad y diferencia. Cualquiera que haga lo contrario será juzgado no sólo por tener mal gusto, sino por traicionar el proceso mismo de la Historia. A pesar del hecho de que todo le mundo inevitablemente participa en la composición del mundo moderno, la creencia que los tradicionalistas pertenecen a otra época allana el camino para un reclamo exclusivo de los conceptos de modernidad y contemporaneidad. Esto permite a la élite artística y arquitectónica reunir en torno a ellos el política y comercialmente potente símbolo del progreso.

Estas teorías anidan en el corazón de la actual élite arquitectónica. Con ellas se permite a los arquitectos trabajar fuera de la aprobación pública y continuar haciéndolo en base a que el tiempo les dará la razón. Y expulsando a una pequeña minoría no amenazante como traidores al futuro pueden elevarse a la categoría de oposición seria, unirse contra ellos y señalarlos para el oprobio, la condena o incluso la supresión.

El reclamado vínculo entre la élite arquitectónica y progreso, combinado con su asociación histórica con las democracias occidentales, se ha convertido en el símbolo de la nueva liberalización global del capital. Los instrumentos de la globalización comercial – consumismo, corporaciones globales, viajes internacionales y hoteles internacionales- tienen sus equivalentes arquitectónicos en los centros comerciales, edificios de oficinas, aeropuertos y hoteles proyectados por una nueva generación de firmas arquitectónicas a nivel mundial y arquitectos mediáticos.

Dimensión global.
Sin embargo, la globalización va más allá y es más compleja que la liberalización de los mercados capitalistas. Es el fenómeno social, político y económico más significativo de nuestro tiempo e implica la comunicación electrónica, moda, viajes, migraciones, impacto ambiental, conductas bélicas y terrorismo. Las consecuencias pueden ser inesperadas. Ante la pérdida de autonomía nacional y el control del comercio y las comunicaciones por parte de los grandes estados nacionales, ha habido un aumento de la autonomía e identidad regional y local. Esta reafirmación de la identidad política y cultural es la otra cara de la homogeneización global. En el mundo desarrollado, más allá de los grandes proyectos urbanos, predominan versiones estilísticamente posmodernas de la arquitectura tradicional. Al igual que ocurre con la especulación con la vivienda tradicional, esto nunca se revela en publicaciones profesionales. La única forma en que el nuevo localismo incide en la élite arquitectónica es mediante las nuevas e influyentes teorías del urbanismo tradicional (conocido en Estados Unidos como Nuevo Urbanismo) que tiene una relación directa, a veces incómoda, con la arquitectura tradicional.

Mientras los clientes políticos y comerciales aceptan las premisas de que la élite arquitectónica representa la modernidad y el progreso que tan entusiastamente promueven, ésta continuará dominando. Es evidente sin embargo que en todo el mundo existe una significativa demanda pública escasamente representada, e incluso negada, por la mayoría de los arquitectos. Muchos arquitectos tradicionales se contentan con hacer una buena práctica profesional ajena a este debate pero esta tajante división de intereses no puede ser buena para la arquitectura y fracasa en su servicio público. Si esta élite creara para los tradicionalistas un espacio moral e intelectualmente más acogedor y éstos lo secundaran, ¿quién sabe lo que cada uno aprendería del otro?

lunes, 17 de mayo de 2010

Nuevos Palladianos: Modernidad y Sostenibilidad para la arquitectura del siglo XXI


Hoy 17 de Mayo de 2010 se presenta en el RIBA (Royal Institute of British Architects - Real Instituto de Arquitectos Británicos) el libro "Nuevos Palladianos: Modernidad y Sostenibilidad para la arquitectura del siglo XXI", escrito por los arquitectos Lucien Steil y Alireza Sagharchi.

El libro se inicia con un prólogo de SAR el Príncipe de Gales, seguido por una conversación entre Alireza Sagharchi y Lucien Steil que explora esta nueva cultura de la construcción y de sostenibilidad. Importantes académicos y arquitectos: David Watkin, Léon Krier, Samir Younes, Mehaffy Michael y Brian Hanson y Matthew Hardy han contribuido con ensayos acerca de Palladio, de sus principios y del papel que desempeñan los Nuevos Palladianos. Este nuevo libro destaca el trabajo de arquitectos tradicionales y clásicos, que al principio del siglo XXI, se han comprometido a la construcción ecológica y el urbanismo sostenible. Las espléndidas ilustraciones presentan proyectos en todo el mundo, diseñados por cuarenta y ocho de los arquitectos clásicos contemporáneos más destacados incluyendo: Robert Adam, Allan Greenberg, Robert Stern, Andres Duany and Elizabeth Plater-Zyberk, Léon Krier, Quinlan Terry, Jaquelin T. Robertson and John Simpson.

Lucien Steil dijo: "el trabajo de Andrea Palladio es un ejemplo de la capacidad de adaptación contextual de los principios de la arquitectura clásica y el urbanismo en la ciudad y en el campo. Hoy, 500 años más tarde, Palladio es considerado como uno de los arquitectos de más influencia en la historia de la arquitectura occidental.

Alireza Sagharchi dijo: "New Palladians reconoce la gestión ambiental como el mayor desafío de la arquitectura en el Siglo 21 y se dedica al paradigma de una modernidad que impregna la sostenibilidad con la tradición, el diseño y la artesanía.

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Alireza Sagharchi RIBA, FRSA es un arquitecto de renombre internacional y exponente de la arquitectura clásica y del diseño urbano tradicional. Él es Director de Arquitectura + Diseño Urbano Stanhope Gate, con sede en Londres, que se dedica a la planificación general y los principales proyectos de construcción en el Reino Unido, Europa y Oriente Medio. Sus proyectos han recibido premios y han sido ampliamente publicados y exhibidos. Ha sido catedrático en el Instituto del Príncipe de Gales de Arquitectura, es miembro de la Sociedad Real de Arte, Presidente del Grupo de Arquitectura Tradicional en el RIBA, y miembro del Colegio de Profesionales de la Red Internacional para la construcción de Arquitectura y Urbanismo Tradicional (INTBAU), de la Fundación del Príncipe de Gales, del Grupo de Georgia y del Instituto de la Arquitectura Clásica y América Clásica.

Lucien Steil ha enseñado como catedrático visitante en el Grupo de Diseño Urbano del Príncipe de Gales en Potsdam y Berlín, y en diversas universidades en EE.UU. y Europa. Se unió a la Fundación del Príncipe de Gales y ha estudiado y trabajado en proyectos de arquitectura sostenible y de urbanismo tradicional desde el 2007 al 2008. Da conferencias sobre la planificación ecológica y arquitectura en el Instituto Nacional de Bioarquitectura (INBAR) en Italia y es director científico de la sección Frosinone de INBAR (sur de Lazio). Actualmente es catedrático visitante en la Universidad de Notre Dame, Roma. Lucien Steil está muy involucrado en la campaña para el desarrollo sostenible, en la arquitectura ecológica, y el urbanismo tradicional, manifestando sus criterios en periódicos, ensayos, conferencias, y en su enseñanza y práctica del diseño. Steil ha sido instrumental en la creación del Consejo Europeo de Urbanismo (CEU).

Publicado por Artmedia ISBN 978-1902889-122 • Mayo del 2010 • £ 25 Pasta dura • Más de 320 ilustraciones en su mayoría en colores • 240 x 300 Mm • 240 páginas

domingo, 16 de mayo de 2010

Monumento a la Inmaculada en Algeciras


La ciudad de Algeciras erigió en 1954 un monumento conmemorativo al año mariano de 1954, que a su vez celebraba el centenario del Dogma de la Inmaculada concepción, definido por el Papa Pío IX en 1854.
Se trata de una sencilla columna jónica, con capitel a cuatro fuentes, situada sobre un pedestal de hormigón con las inscripciones “Ave Maria” a Este y una relativa a su construcción a Oeste. Sobre la columna, de hormigón, hay una sencilla imagen de la Virgen María con el Niño.

Después de una época en la que muchos fondos públicos se han despilfarrado en monumentos de dudoso gusto con los que los municipios pretendían mostrar una imagen moderna, conviene recordar las virtudes de la discreción del clasicismo en la erección de monumentos públicos. La columna exenta como elemento conmemorativo es común a toda la historia de la edilicia occidental y basta citar ejemplos como la Columna Trajana en Roma, la Columna Vendôme en la Plaza homónima en París, la Columna de Nelson en la Plaza de Trafalgar en Londres o la multitud de humilladeros diseminados por nuestra geografía.

En un sencillo monumento en los jardines de West Green House en Hampshire eregido por Quinlan Terry en 1976 se realiza una fina crítica tanto al mal gusto de los monumentos públicos modernos como al excesivo afán recaudatorio del gobierno británico de la época, con una sencilla columna dórica tallada en piedra de Pórtland, coronada por una urna, y con una inscripción latina en su pedestal: “Este monumento fue construido con una gran suma de dinero que, de no ser así, habría ido a parar tarde o temprano a las manos de los recaudadores de impuestos”.

viernes, 7 de mayo de 2010

El origen de los Órdenes (III)

Traducción: Pablo Álvarez Funes


El Templo de Salomón fue destruido por los Babilonios en 588 a. C.y unos cincuenta años después Darío, Rey de Persia, construye su palacio en Persépolis (521 A. C.). Hoy día podemos ver en Persépolis columnas estriadas con éntasis mostrando un nivel de detalle anterior a los griegos. También hay basas y capiteles curiosamente similares a los cuernos de carnero y celosías de Salomón. Darío era hijo o nieto de Ciro, quien sentía tanta veneración hacia el Templo de Salomón que permitió a los judíos cautivos su retorno a Jerusalén para reconstruirlo.

Columnas de Persépolis, Irán, s. VI - V a. C.


En esas fechas, mientras se construía tan sofisticado clasicismo en Persépolis, los griegos sólo conocían una primitiva versión del dórico, como se puede ver en los templos del siglo VI A. C. en Paestum. No hay ningún enriquecimiento de las molduras, pero curiosamente el Templo más antiguo tiene una fachada de cinco columnas como la entrada del Tabernáculo de Moisés. La conquista de Persia por parte de Alejandro Magno en 332 a. C. tuvo obviamente un gran efecto en la arquitectura griega y las ideas de Persépolis pronto llegaron a Atenas.

Columnas Dóricas arcaicas en el Templo de Hera en Olimpia. H. 590 a. C.

Reconstrucción del Templo de Apolo en Thermos. S. VII a. C.

Está universalmente aceptado, y de hecho refrendado por los escritos de Vitruvio, que los romanos adquirieron sus conocimientos de arquitectura de los griegos. En esas fechas, mil quinientos años después de la construcción del Tabernáculo en el desierto y tras varios saqueos de Jerusalén, que redujeron al una vez próspero e influyente pueblo judío a una minoría perseguida, todo rastro de los orígenes verdaderos de los órdenes se habría perdido y Vitruvio tendría libertad para formular una teoría adecuada para él y sus superiores.

Vitruvio era un ingeniero militar a las órdenes de Julio César en la Guerra Africana (46 a. C.) e inspector de maquinaria militar durante el reinado de Augusto, a quien dedicó su libro De Architectura (completado entre 16-13 a. C.). No es complicado argumentar que como buen romano se vio obligado a dar autoridad a una base religiosa tras la arquitectura imperial. Su introducción es reveladora:

Cuando tu voluntad y tu inteligencia divinas, César Emperador, te hicieron dueño del imperio de todo el mundo, Roma entera estaba exultante por tu poder invencible, pues quedaron deshechos todos los enemigos con tu triunfo y tu victoria; y cuando todas las razas de pueblos sometidas examinaban atentamente cualquier deseo de tu voluntad, tu sensata reflexión y tu prudencia dirigían los destinos del pueblo romano y del Senado, libres ya de todo temor. Por ello, yo no me atrevía a publicar mi trabajo de Arquitectura, desarrollado tras largas reflexiones, porque estabas muy ocupado y temía que al interrumpirte inoportunamente ocasionara tu repulsa y aversión.
Vitruvio Polión, Marco. Los Diez Libros de Arquitectura. Prólogo.

En el Libro IV, Capítulo I, Vitruvio da una descripción del origen de los Órdenes Dórico, Jónico y Corintio. No se explican las razones para las medidas de cada Orden, excepto para el capitel Corintio, descrito elegantemente como sigue:

Una muchacha de Corinto, ya de cierta edad para contraer matrimonio, falleció a causa de una enfermedad. Después de sus exequias, su nodriza recogió unas copas que le gustaban mucho a la muchacha cuando vivía y las puso todas juntas en un canastillo de mimbre, que llevó a su sepulcro; las colocó encima y con el fin de que se mantuvieran en buen estado durante mucho tiempo, las cubrió con unas tejas. Casualmente colocó el canastillo sobre la raíz de un acanto. Con el tiempo, las raíces del acanto, oprimidas por el peso, esparcieron en derredor sus hojas y sus pequeños tallos, al llegar la primavera; sus tallos crecían en torno al canastillo y por los lados salían al exterior bajo el peso de las tejas, lo que obligó a que fueran formando unas curvaturas o volutas en sus extremos. Calímaco, llamado catatechnos por los atenienses, gracias a la exquisitez y primor de sus tallas de arte marmóreas, al pasar delante de este sepulcro observó el canastillo y la delicadeza de las hojas que crecían a su alrededor. Quedó gratamente sorprendido por esta original forma de las hojas y levantó unas columnas en Corinto, imitando este modelo; fijó sus proporciones y dividió las medidas del Orden Corintio.

Origen del Orden Corintio según Vitruvio. Grabado de la edición española de 1756 del Compendio de los Diez Libros de Arquitectura de Vitruvio, escrito en francés por Claudio Perrault y traducidos al castellano por Joseh de Castañeda.

Es poco probable que Vitruvio estuviera imparcialmente interesado en conocer el origen de los Órdenes; era un hombre parcial. Es posible que conociera la existencia de otras teorías sobre el origen del estilo del Imperio en el Libro Sagrado de la detestable e insubordinada nación Judía. Es probable que conociera la reconstrucción del Templo de Salomón por el Rey Herodes en la época en la que escribió su tratado, y tal vez lo visitara durante sus expediciones militares. Al leer la descripción contemporánea de Flavio Josefo sobre el tamaño, escala, materiales y belleza del Templo de Jerusalén, resulta extraño que Vitruvio haya omitido la referencia a ese edificio, a los Judíos o su historia, sobre todo cuando dice tanto de las naciones que los rodeaban.

Hoy día tenemos ejemplos de regímenes poderosos con fuerte base ideológica que pretenden rescribir los libros de historia, y podría ser que Vitruvio intentara hacer pensar a la gente que el estilo del Imperio se referencia en la religión imperial. De esa forma denominó a los tres Órdenes según las regiones griegas de Doria, Jonia y Corinto. No sólo lo pretendió, sino que tuvo éxito. Su libro es prácticamente el único escrito de arquitectura conservado de la Antigüedad y fue los italianos lo hicieron suyo desde el Renacimiento.

Los Órdenes han sobrevivido a todos los imperios. Se han restaurado tras periodos de oscuridad. Serán restaurados cuando termine este periodo de oscuridad. Toda verdad mostrada por Dios supera las circunstancias más adversas y se predica a través de una minoría insignificante.

¿Quién podría pensar que una docena de pescadores liderados por un pobre carpintero, establecerían una Iglesia Universal contra la que no ha podido prevalecer ningún poder terrenal?

De igual forma, ¿quién podría imaginar que un oscuro pastor al mando de un grupo de exiliados en los desiertos de Arabia podría concebir unos princpios arquitectónicos perfectos que sobrevivieran al tiempo, las modas y vanidades humanas?

Ha escogido Dios más bien lo necio del mundo para confundir a los sabios. Y ha escogido Dios lo débil del mundo, para confundir lo fuerte (…) Para que ningún mortal se vanaglorie en la presencia de Dios.
(Corintios I, capítulo 1, versículos 27 y 29)

A Dios, el único sabio, sea la gloria por los siglos de los siglos a través de Jesucristo, Amén. (Romanos, capítulo 16, versículo 27)

El origen de los Órdenes ganó las 5000 libras del Premio Europeo de la Fundación Philippe Rotthier en 1982. Publicado originalmente en Archives d’Architecture Moderne Nº 26, y en Arhcitectural Review, Febrero de 1983.

miércoles, 5 de mayo de 2010

El origen de los Órdenes (II)

Traducción: Pablo Álvarez Funes

El origen del Orden Dórico tal como fue usado en el Patio del Tabernáculo: para las columnas podría haberse usado madera de acacia. Éstas medían cinco codos de alto con capiteles de plata y presillas, ganchos y basas de latón. Esto soportaba un entramado donde se extendían los cortinajes anudados entre ellos para formar un todo. Debió existir una estructura construida siguiendo estas indicaciones y que Besabel y Oholiab formalizaron en un Orden sencillo con basa y capitel. Este Orden sería conocido por el Rey David y transmitido a su hijo Salomón, quien lo perfeccionó en la columnata alrededor del patio exterior del Templo de Jerusalén. Esta columnata estaba cubierta y en la elaboración de su sencillo tejado ya se mostraron las partes esenciales del posible origen del entablamento Dórico. De esta forma, la viga (o arquitrabe) soportan una armadura simple con tirantes mostrando sus extremos al exterior (triglifos), que se fijan al filete de la parte superior del arquitrabe con clavos (o dentículos). Las correas y la cubierta apoyan en la viga principal de la armadura, que a su vez soportan otras vigas con sus extremos al exterior (mútulos) que terminan con un filete inclinado bajo los aleros (cyma recta).


El origen del Orden Jónico tal como fue usado en la puerta del Lugar Santo del Tabernáculo: de la palma que hemos mencionado podrían brotar hojas que bajo la presión de un tope cuadrado o ábaco, y curvarse hacia abajo conformando volutas en las esquinas. Esta curvatura natural habría resultado atractiva a los dos inspirados artistas, pues podría haber sido formalizada y santificada en la curvatura natural de los cuernos de un carnero. Se habrían construido en madera de acacia y posteriormente doradas, con capiteles de oro y basas de latón. Fueron devotamente colocadas en la puerta del Tabernáculo, haciendo ver a los fieles cómo deben acercarse a Dios. Recordarían el sacrificio de un cordero por parte de Abraham en lugar de Isaac y que Dios también les aceptaría a través del mismo sacrificio. Imprimiría en sus mentes la enseñanza fundamental de que sin el sacrificio de la sangre no hay perdón de los pecados.

Una vez mas el Rey David, siempre consciente de su necesidad de perdón, podría haber dado instrucciones en sus planos para el Templo de Jerusalén para que estos capiteles con volutas fueran colocados en la parte superior de las columnas del Lugar Santo.

El origen del Orden Corintio: las hojas nacientes de la rama de palma antes mencionada podrían variar su forma de crecer bajo el ábaco. Una vez más esta disposición, más intrincada y decorativa que el Orden Jónico, podría haber sido formalizada en madera de acacia y posteriormente dorada, con capiteles de oro y basas de plata; estarían colocadas a cada lado del Sancta Sanctorum en el Tabernáculo, soportando el velo.

Una vez más Salomón, con su amor por la belleza y el refinamiento, podría haber ido más lejos, no sólo en el interior del Templo, sino en las dos columnas, Iaquín y Boaz, que fueron colocadas frente al Templo. Éstas fueron descritas en el Libro de los Reyes:

Hiram de Tiro hizo dos capiteles para colocarlos arriba de las columnas; estos eran de bronce fundido. La altura del primer capitel era de dos metros y medio, y el segundo tenía la misma altura. Hizo unas molduras en forma de red y frisos en forma de guirnaldas para los capiteles que estaban encima de las columnas: siete para el primer capitel y siete para el segundo. Hizo también las granadas: puso dos hileras alrededor de una de las redes, para cubrir los capiteles que remataban las columnas, y lo mismo hizo para el segundo capitel. Los capiteles que estaban encima de las columnas, en el vestíbulo del Templo, tenían una moldura en forma de azucena y medían dos metros. En los capiteles superpuestos a las dos columnas, también en la parte superior, a lo largo del ensanchamiento que estaba más allá de la red, había doscientas granadas distribuidas en hileras circulares, sobre los dos capiteles. Él erigió esas columnas junto al vestíbulo del Templo: erigió la columna derecha, y la llamó Iaquín; erigió también la columna izquierda, y la llamó Boaz. En lo alto de las columnas había una moldura en forma de azucena. Así quedó concluido el trabajo de las columnas.
(Reyes I, Capítulo 7, versículos 16-22).


Esta descripción es difícil de ilustrar y nos gustaría saber si en realidad describe un Orden superpuesto. Sin embargo, es significativo que esta descripción hable de “molduras en forma de red” y “moldura en forma de azucena”. Las “molduras en forma de red” recuerdan al canasto dibujado por Calímaco y descrito por Vitruvio. La “moldura en forma de azucena” hace referencia a la forma geométrica del capitel Corintio, que es una campana invertida que soporta un ábaco cuadrado con volutas.

Los teólogos coinciden en que este Templo deriva directamente del Tabernáculo del desierto. La planta del Templo duplica exactamente la del Tabernáculo, y las divisiones entre Atrio, Lugar Santo y Sancta Sanctorum también son idénticas. El propósito de ambos edificios era el mismo, y sólo se diferenciaban en materiales y escala. El Tabernáculo era una estructura portátil de madera (en gran parte recubierta de oro) usada por los israelitas durante su peregrinación por el desierto. Fue construido sobre el 1000 A. C. con capiteles Corintios que influyeron en el estilo de las naciones que les rodeaban y fue la envidia del mundo antiguo.

La historia de la Reina de Saba y su largo viaje desde el sur para admirar la belleza y grandiosidad de ese Templo es bien conocida (Crónicas II, Capítulo 9, versículo 1), e incluso la Reina de Saba hubo de admitir que lo que vio superaba con creces la descripción que había oído. Apenas 50 años después de la terminación del Templo, se recuerda que:

En el año quinto del rey Roboám, subió contra Jerusalén Sisac, rey de Egipto (…) y se apoderó de los tesoros de la Casa del Señor y de la casa del rey. Se apoderó de todo, incluso de los escudos de oro que había hecho Salomón.
Crónicas II, capítulo 12, versículo 2 y versículo 9.

Es probable que las características y ornamentos de este famoso edificio fueran copiadas en Egipto. Sisac era tan gran constructor como conquistador. Construyó, restauró y amplió muchos templos y su nombre aparece en Karnak y Luxor. Es interesante apuntar que hasta esas fechas (945 A. C.) hay poca ornamentación en la arquitectura egipcia: prevalecen las formas putas de la pirámide, el obelisco y pórticos adintelados. Salomón fue el primero en colocar columnas exentas con capiteles en lugar de obeliscos en lugares relevantes.

lunes, 3 de mayo de 2010

El origen de los Órdenes (I)

Traducción: Pablo Álvarez Funes


El tema de este ensayo es el origen de los Órdenes Clásicos. Se trata de un asunto muy subjetivo y especulativo, y no pretendo que el lector acepte todo lo que tengo que decir – mi propósito no es tanto convencer como llamar la atención de la impresión que tienen los edificios clásicos sobre las personas.

Las proporciones del pórtico y la cúpula del Panteón hacen algo en mí. Pienso en las aspiraciones de quienes lo construyeron y admiro sus prioridades. Pienso en el entusiasmo y las capacidades de los arquitectos y la organización de los constructores para levantar esas columnas que pesan sobre una tonelada cada una. Pienso en el placer que sintieron los trabajadores, canteros, escultores, carpinteros que trabajaron juntos para crear tan fino detalle. También pienso que durante los últimos dos mil años ese pórtico ha sido testimonio silencioso de una gran época para generaciones sucesivas. Ha tenido un efecto en cualquier ser pensante que lo haya visto. Les ha recordado lo que el hombre civilizado puede producir. Es significativo que las aspiraciones del hombre civilizado se han expresado a través de las formas geométricas y naturales de los Órdenes Clásicos. Hacen eco de algo en lo más profundo de nuestra alma y nos preguntamos de dónde vienen y quién era el genio que inventó unas formas arquitectónicas atemporales y universales.

De hecho, los Órdenes tienen unas características inexplicablemente humanas que es difícil imaginar que hayan sido resultado de la ingenuidad humana o de casualidades en el tiempo. Todo en ellos indica el trabajo de la misma Mente “que creó los Cielos y la Tierra y lo que está sobre ella…” Junto con la Naturaleza, los Órdenes llenan al hombre de gozo y admiración. Como la Naturaleza, han sobrevivido inalterables desde sus tempranos comienzos y su origen es todavía un misterio.

Pueden, de forma extraordinaria, expresar periodos históricos, características nacionales, sistemas políticos e incluso la personalidad del arquitecto, a la vez que se preservan sus principios y permanecen neutrales. Una vez más, inexplicablemente, los edificios Clásicos otorgan a quien los usa un sentido de privilegio y disciplina que da una existencia satisfecha y organizada, tan diferente a la desestructurada actitud libertina del mundo actual.

Privilegio y disciplina son anatema en nuestros tiempos, como también lo son la Fe y el culto. Pero sólo puedo explicar el fenómeno de los Órdenes Clásicos como consecuencia directa de haber sido diseñados para contener una manifestación visible del culto humano al único Dios verdadero. No hace falta ser un fanático para entenderlo; cualquier hombre inteligente que haya trabajado y entendido los principios Clásicos de la arquitectura admitirá tarde o temprano la maravilla y el misterio que los rodea. Mi mentor y finalmente socio Raymond Erith no era un hombre de creencias ortodoxas, pero comprendía que la esencia de la arquitectura Clásica, y de los Órdenes en particular, fueron “otorgadas” en algún momento de la historia:

Órdenes Clásicos arquitectónicos: con ello entiendo que los Órdenes Dórico, el Jónico y el Corintio (y podemos añadir el Toscano y el Compuesto si queremos versiones elaboradas del Dórico y el Corintio) son tan perfectos en sus proporciones, detalles y aplicación del arte de construir, que no podrían haber sido creados por el hombre. Para mí, sólo hay una explicación satisfactoria para su origen, y es que tienen inspiración divina.

Erith solía decir esto y yo no encontré extraño que la descripción más temprana conocida de los Órdenes viene en el segundo libro de la Biblia, escrito hace tres mil quinientos años por la mano divinamente inspirada de Moisés. Es en el libro del Éxodo donde describe en detalle el encargo de Dios para construir el Tabernáculo en el Desierto para Su culto y honor.

Para mí, la primera vez que los tres Órdenes aparecieron en forma reconocible fue en este Tabernáculo.

Construcción del Tabernáculo según una ilustración de Gerarg Hoet publicada en Figuras de la Biblia en 1728

Moisés pasó cuarenta días en el Monte Sinaí recibiendo las Tablas de la Ley y los patrones de todos los detalles del Tabernáculo directamente de Dios. La ley moral contenida en los Diez Manzamientos distinguía al Pueblo de Dios del resto del mundo y han permanecido inalteradas a través del Cristianismo hasta nuestros días. La ley ceremonial, con instrucciones detalladas sobre el culto y sacrificios, era la guía más clara para los hijos de Israel hasta que fue completada por el Hijo de Dios y continúa hasta hoy como demostración de Su ministerio y Su sacrificio. Más aún, la forma visual del edificio en la que se iba a rendir culto al Dios verdadero no podía dejarse a la vana imaginación del hombre; así que se dio una descripción detallada a Moisés. Parece que el patrón distintivo de estos Órdenes ha continuado de alguna forma en todos los edificios públicos civilizados hasta inicios del siglo XX.

Moisés, un genio natural, estaba excepcionalmente cualificado para recibir estas instrucciones y su aprendizaje en la corte egipcia le permitió entender y describir la construcción y detalles del edificio. No bastó con los detalles arquitectónicos descritos por Moisés a través de los patrones que le fueron mostrados en el Monte Sinaí; fueron necesarios un artesano y un artista para ornamentar y enriquecer el edificio. Conocemos sus nombres, Besabel y Oholiab: Entonces Moisés dijo a los israelitas:

"El Señor ha designado especialmente a Besabel –hijo de Urí, hijo de Jur, de la tribu de Judá– y lo ha llenado del espíritu de Dios, a fin de conferirle habilidad, talento y experiencia en la ejecución de toda clase de trabajos, tanto para idear proyectos, como para trabajar el oro, la plata y el bronce, labrar piedras de engaste, tallar la madera o ejecutar cualquier otra labor de artesanía. Además le ha concedido –lo mismo que a Oholiab, hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan– el arte de comunicar sus conocimientos. El Señor los llenó de habilidad para realizar labores de orfebrería, de tejido, de bordado y recamado de telas de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y de lino fino. Y no sólo son capaces de ejecutar todas estas tareas, sino que también tienen espíritu de inventiva".
Éxodo Capítulo 35 versículos 30-35

Estos dos hombres deben estar entre los más destacados artistas de todos los tiempos, y podría decirse que fueron inspirados por el Espíritu Santo para formaliza y santificar las formas naturales de la creación para que pudieran ser copiadas por generaciones futuras. De esta forma, una rama verde de una palma, cortada y colocada en el suelo a modo de poste, podría aún tener todavía hojas, éstas habrían quedado formalizadas como el capitel de una columna. O una cuerda colocada de un extremo a otro de ese poste para enderezar parapetos y tiendas podría convertirse en una basa con molduras.

El plano del Tabernáculo indica la división entre el Patio, el Lugar Sagrado, y el Sancta Sanctorum, de acuerdo con las medidas dadas en el Éxodo, Capítulos 36 y 37.