Todas las civilizaciones tienen una expresión arquitectónica característica que nace en respuesta a una serie de condicionantes climáticos y culturales. Del mismo modo que el clasicismo, ya se construya en América o en Europa, recuerda al Mediterráneo grecorromano, la arquitectura islámica guarda una profunda relación con los orígenes arábigos del Islam.
Vida de Mahoma.
El Islam surge en la Arabia politeísta del siglo VII cuando Mahoma, un comerciante de La Meca, empieza a tener una serie de revelaciones divinas que le conminan a ser “enviado de Dios” (610 d. C.) y a predicar sus enseñanzas a la vez que luchar contra el tradicional politeísmo de la región. Esta situación de lucha contra las religiones tradicionales le creó graves problemas en La Meca, desde donde decide emigrar (hidjra, Hégira) en el año 622, junto con sus seguidores, a la cercana ciudad de Medina. Este hecho marca el inicio del calendario islámico y su estancia en Medina definirá totalmente la estructura de la nueva religión, además de darnos la base tipológica para el edificio islámico por excelencia: la mezquita como representación de la casa de Mahoma.
Reconstrucción ideal de la casa de Mahoma en Medina
Durante los años que pasó en Medina, Mahoma ofreció una regulación municipal a la incipiente comunidad musulmana y entró en contacto con la comunidad judía (623), a la que acabaría expulsando de la ciudad, no sin antes apropiarse de una parte de sus creencias, como la consideración de Abraham como el primer musulmán buscador de un dios monoteísta (hanif) así como fundador de la Kaaba en La Meca como lugar de veneración del Dios único, Alá. En 624 se cambia la dirección de las plegarias hacia La Meca (Sur-Este), pues hasta el momento había sido Jerusalén (Noroeste). Entre 625 y 630 hubo una serie de escaramuzas entre los habitantes de Medina, donde Mahoma demostró sus dotes como estratega que le dieron sucesivas victorias y consolidaron la posición de la creciente comunidad. Finalmente en 630 Mahoma entró victorioso a La Meca, “purificó” la Kaaba de ídolos y declaró el peregrinaje a La Meca como una institución musulmana. Poco después de su “peregrinaje de despedida” a La Meca en marzo de 632, Mahoma muere en Medina el 8 de Junio de ese mismo año, mientras planeaba la conquista de Bizancio y Persia.
Bases religiosas del islam. El Corán y los cinco pilares de la vida islámica.
Todas las enseñanzas de Mahoma quedaron recogidas en el Corán, cuya redacción canónica se realiza durante el reinado del tercer califa (644-656). El Corán se divide en azoras, que a su vez contienen versículos; su organización no se corresponde con su redacción original, sino que se ordenan conforme a su longitud en sucesión decreciente precedidas por un tema principal. Según la creencia musulmana, la escritura primitiva del Corán está registrada en el cielo desde el principio de los tiempos y el Corán revelado coincide al pie de la letra con ella. De ahí la inmutabilidad del mismo y la necesidad de los musulmanes de conocer la lengua árabe, en la que fue revelado. Este aspecto dará una unidad cultural al islam del mismo modo que el latín y el griego lo fueron para los cristianos y el hebreo para los judíos.
La vida religiosa musulmana se basa en los cinco pilares o fundamentos (arkan), que en insisten en la unidad de la comunidad islámica (umma) y establecen las obligaciones generales para con Dios y el prójimo:
1.- Profesión pública de fe (Shahada): “No hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta”, como afirmación de la unidad de Dios y la legítima misión de Mahoma. Es el primer paso para convertirse al islam.
2.- Oración ritual (Salat): debe realizarse cinco veces al día a la llamada del almuecín desde el alminar de la mezquita. La oración puede ejecutarse en cualquier parte, tras una serie de abluciones rituales a modo de purificación, y se realiza siempre en dirección hacia La Meca como muestra de la unidad de todos los musulmanes. En la mezquita, hombres y mujeres rezan separados en filas detrás del imán, que tiene su sitio ante el mirhab (nicho que indica la dirección de rezo). La oración más importante es la del viernes a mediodía, que incluye un sermón pronunciado por el imán desde el minbar (púlpito). Estos elementos tienen especial relevancia en la arquitectura islámica. A diferencia del Judaísmo y el Cristianismo, el viernes no es día festivo para los musulmanes.
Gérome, Jean Léon. Oración pública en la Mezquita de Amr, Cairo. 1870
3.- Dar limosna a los pobres (Zakat): en principio voluntaria, pronto se estructura en un sistema de impuestos destinados a la protección de los más desfavorecidos (pobres, viudas, huérfanos, enfermos, peregrinos, deudores y combatientes de la fe) en una especie de Seguridad Social.
4.- Ayuno ritual (Saum) durante el mes del Ramadán (noveno mes del año islámico; varía de un año para otro al ser el islámico un calendario de base lunar): durante ese mes el musulmán se abstiene de comer, beber, fumar y mantener relaciones sexuales desde que sale el sol hasta el ocaso. Se trata de un periodo de conversión y penitencia durante el cual la vida social diurna se paraliza mientras que la noche está llena de ceremonias y actos sociales.
5.- Peregrinaje a la Meca y alrededores (Hadjdj): está obligado todo musulmán mayor de edad al menos una vez en la vida. El peregrinaje lleva a las ciudades santas del Islam, en cuyo centro está la Kaaba, cubierta de negro y con forma de dado, con su sagrada “piedra negra” en el interior de la Gran Mezquita de la Meca (según el Corán, fue erigida por Abraham y su hijo Ismael); a menudo también se combina con la visita de la casa de Mahoma en Medina.
Junto a estos cinco pilares, la ley coránica (sharia) marca todos los aspectos de la vida de los musulmanes. El islam es tanto una “religión laica”, pues no existe una clase sacerdotal jerarquizada, como una “religión jurídica”, pues quien asiste las cuestiones cotidinanas y de comportamiento no es un sacerdote, sino un jurista. Los eruditos del islam (ulemas) son los conocedores de la religión y las leyes, codificadas definitivamente en el siglo IX a partir del proceder de los sucesores inmediatos de Mahoma (sunna, costumbre, de donde viene la denominación sunni, que es el islamismo mayoritario). Por contra, aquellos musulmanes que se posicionaron en contra de la sunna acabaron profesando el islamismo chiíta (de Shiat Ali, partidario de Alí, primo y yerno de Mahoma, como sucesor legítimo del profeta).
Tolerancia en el Islam.
Mahoma se muestra a sí mimo como el último y definitivo profeta perteneciente a una línea de iluminados que desde tiempos primitivos predicaban el monoteísmo. De acuerdo con el Islam, Dios habría hecho un pacto con los descendientes de Adán, en especial con Noé; Abraham está considerado el primer profeta, creyente en la unidad de Dios, Moisés es el redactor y portador de la Torá, y Jesús el admirado predicador que divulgó el evangelio y profeta sobresaliente, antecesor directo de Mahoma. Con Mahoma, el “último (anillo) de los profetas”, finaliza esta sucesión y se completa la revelación de Dios mediante los profetas. De ahí que los primeros musulmanes se consideraran superiores a los creyentes de las otras dos religiones monoteístas, Cristianismo y Judaísmo, pero a la vez mostraran cierta tolerancia inicial con ellos ya que según Mahoma, éstos no deberían haber mostrado dificultad en aceptar el islam toda vez que ya se les había ofrecido la verdadera religión aunque la habían rechazado. Con el tiempo, y conforme las comunidades islámicas van creciendo, la tolerancia inicial desaparece progresivamente, si bien se trata de un ciclo y a periodos de tolerancia religiosa le siguen otros de intransigencia.
Músico cristiano y musulmán con instrumentos de cuerda. Manuscrito de las Cantigas de Santa María.
Lectura impartida en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Notre Dame en South Bend, Indiana (EEUU), el 26 de Enero de 2011.
Autor: Pablo Álvarez Funes