La ciudad de Algeciras erigió en 1954 un monumento conmemorativo al año mariano de 1954, que a su vez celebraba el centenario del Dogma de la Inmaculada concepción, definido por el Papa Pío IX en 1854.
Se trata de una sencilla columna jónica, con capitel a cuatro fuentes, situada sobre un pedestal de hormigón con las inscripciones “Ave Maria” a Este y una relativa a su construcción a Oeste. Sobre la columna, de hormigón, hay una sencilla imagen de la Virgen María con el Niño.
Después de una época en la que muchos fondos públicos se han despilfarrado en monumentos de dudoso gusto con los que los municipios pretendían mostrar una imagen moderna, conviene recordar las virtudes de la discreción del clasicismo en la erección de monumentos públicos. La columna exenta como elemento conmemorativo es común a toda la historia de la edilicia occidental y basta citar ejemplos como la Columna Trajana en Roma, la Columna Vendôme en la Plaza homónima en París, la Columna de Nelson en la Plaza de Trafalgar en Londres o la multitud de humilladeros diseminados por nuestra geografía.
En un sencillo monumento en los jardines de West Green House en Hampshire eregido por Quinlan Terry en 1976 se realiza una fina crítica tanto al mal gusto de los monumentos públicos modernos como al excesivo afán recaudatorio del gobierno británico de la época, con una sencilla columna dórica tallada en piedra de Pórtland, coronada por una urna, y con una inscripción latina en su pedestal: “Este monumento fue construido con una gran suma de dinero que, de no ser así, habría ido a parar tarde o temprano a las manos de los recaudadores de impuestos”.
La belleza de la simplicidad de estas columnas las hacen majestuosas y es de agradecer ver este tipo de monumentos frente a esos "horrores" que a veces no se sabe ni lo que representan.
ResponderEliminarUn abrazo.
Logan y Lory, la de Algeciras es un sencillo monumento a la devoción del pueblo español por la Virgen María y que enlaza los dos pilares sobre los que descansa nuestra cultura occidental: la Antigüedad grecorromana y el Cristianismo.
ResponderEliminarLa segunda columna es una sutil e irónica crítica al despilfarro de los impuestos con los que se suele sangrar a la población. Quien encargó la columna lo dejó claro en la inscripción de la base, y empleó una buena parte de su fortuna en embellecer esos jardines, embellecimiento que, de haber caído en manos del gobierno, habría sido un completo despropósito.
Un saludo
pero ¿os gusta ese monumento de Algeciras? Sí, es una columna, pero ¿ese macetero? y ¿ese pedestal encalado con las letras negras? Y la situación en la acera es un horror, a tono con la calle. Además, será la devoción de parte del pueblo español, hay otra parte del mismo que no tiene ninguna devoción.
ResponderEliminarEstimado Montorelio, efectivamente el macetero mutila el pedestal, que es de mármol con las letras talladas y resaltadas con pintura negra. La columna por otra parte ha permanecido ahí durante medio siglo mientras el entorno urbano iba cambiando a capricho de gobernantes y circunstancias y a pesar de sus incorrecciones sigue siendo un vínculo con la edilicia de la Antigüedad y su efectividad a la hora de construir monumentos.
ResponderEliminarAlgeciras cuenta con poco patrimonio histórico relevante por ser una ciudad refundada en el siglo XVIII; esa columna hace una pequeña aportación al ya de por sí degradado centro histórico algecireño.
La columna se construye en 1954, momento en que la mayoría de la población española se confesaba cristiana y católica. Tal vez hoy día muchos españoles no se consideren tales, pero el monumento en sí mismo es una expresión de la devoción de los españoles de esa época.
Un saludo
Bonito monumento el de la primera foto :)
ResponderEliminarMuchas gracias Serk. A excepción de la penúltima, todas son vistas de la misma columna. A pesar de la humildad de sus materiales no deja de tener interés una columna clásica hecha de hormigón armado como perfecta unión entre tradición y modernidad.
ResponderEliminarUn saludo.