El texto de Patrik Schumacher "Parametricismo, una guerra de estilos" generó en su publicació original una serie de interesantes comentarios, algunos de los cuales fueron respondidos por un iracundo Schumacher quien, sacado de su reino de fantasía paramétrica, se encontró con una realidad que ve con desconfianza su arquitectura, o que incluso la considera decadente.
Anónimo. 6 de Mayo de 2010, 6:01 pm.
¿Y cuál será la muerte del parametricismo?
Los superlativos y los absolutos; ¡ah!, y la escasez de materias primas.
Anónimo. 6 de Mayo de 2010, 6:59 pm.
Dejemos que el estilo evolucione por sí mismo y el tiempo dirá si el parametricismo tiene un futuro a largo plazo. No podemos forzar alegremente la industria de la construcción hacia él ésta necesitará un tiempo. Personalmente pienso en la horrenda perspectiva de una industria de la construcción secuestrada por una tropa de Rhino scripto-nerds que probablemente sean incapaces de dibujar un detalle de acometida de aguas.
Iba a decir que ha sido una lúcida defensa de lo indefendible, pero el final del artículo es un poco pretencioso. ¿Es realmente lógico decir que sólo el parametricismo podría haber producido soluciones viables para el proyecto de Nordpark?
Creo que hay varios problemas con las premisas de este artículo. Patrik parece sugerir que el Movimiento Moderno era un estilo del que nos acabamos aburriendo cuando en realidad era un estilo de cuyas limitaciones empezaron a ser comprensibles (puentes térmicos, goteras, pobreza estética a ojos de la gente común). El Movimiento moderno no era un estilo real; era un intento de enlazar con el despliegue económico y tecnológico de la revolución industrial. Si el parametricismo es un estilo propiamente dicho (estilos de época en palabras de Patrik) en vez de uno transicional (como la Posmodernidad o el Deconstructivismo) entonces en mi humilde opinión debe nacer de la misma necesidad urgente que hizo surgir al Movimiento Moderno. No soy ningún eco-terrorista abraza-árboles, pero la escasez de petróleo y materias primas es lo único que en mi opinión se puede comparar, en términos de urgencia y universalidad, con la revolución industrial que inició el Movimiento Moderno (lo cual es lógico porque la revolución industrial y la cuestión sostenible son las dos caras de una gran moneda). Si aceptamos esta realidad, deberiamos fijarnos en los gustos de BedZED, el trabajo de personas como Baumschlager Eberle, Konrad Frey, The Vales y otros pioneros de la sostenibilidad como los verdaderos puentes hacia un estilo de época. El parametricismo pasa entonces a convertirse en un estilo más (y eso que me gusta el proyecto para Nordpark), adaptado a un mercado elitista tipo “Fórmula 1”. De hecho creo que Zaha Hadid debería diseñar el próximo circuito de Fórmula 1 si no lo han hecho ya.
Anónimo. 6 de Mayo de 2010, 10:04 pm.
Pero los suelos siguen siendo planos, las puertas siguen siendo rectangulares con bisagras para abrirlas y cerrarlas, los muros todavía separan espacios, las escaleras, rampas, ascensores, etc. siguen siendo los elementos de comunicación en las construcciones “paramétricas” y los inodoros siguen cumpliendo su función evacuadora.
Peter Chandler. 7 de Mayo de 2010, 11:36 am.
¿Podría haber sido esto posible sin el tremendo potencial de los ordenadores y software de diseño, que es el útero en el que se ha gestado este niño? No responde a ninguna necesidad real por lo que nunca irá más allá de la mera moda.
Daniel Morales. 7 de Mayo de 2010, 2:20 pm.
La idea de que el concepto de estilo necesita ser rehabilitado a la vez que consideramos que es el modo más básico con el que el público entiende la arquitectura es uno de los grandes problemas de la profesión. No podrían preocuparse menos del público.
Este artículo es uno de los tratados de arquitectura más conservadores que han salido de los congresos de arquitectura más recientes. La falsa dicotomía entre modernidad e historicismo es inútil debido a que la modernidad como estilo es tan historicista como cualquier otro.
La pretensión de este señor de institucionalizar cualquier proyecto que salga de su estudio como el estilo de hoy es tan transparente como el falso intelectualismo de los primeros modernos. Somos personas modernas, eclécticas, y como tales deberíamos hacer lo que queramos. Si los arquitectos como profesionales abandonaran su temor a parecer comerciales, podríamos hacer edificios por los que la gente se preocupara. No es un secreto que las ciudades europeas se han parado en el tiempo porque es la forma que tiene la sociedad de decir que no podemos hacer nada mejor. Busquemos cualquier tratadista de la arquitectura de los últimos trescientos años, y el estilo en boga siempre se consideraba como moderno. Para mí, es un vendedor más de coches usados.
Anónimo. 8 de Mayo de 2010, 6:32 pm.
El estilo es un término histórico relativamente reciente; no era algo que usaran para definirse los arquitectos clásicos o barrocos como se dice aquí.
No hay otra razón para hablar de un estilo de hoy que la gloria o la megalomanía. Los arquitectos simplemente deberían trabajar con las formas que más se adecuen al proyecto. Los historiadores pueden preocuparse por el estilo.
Anónimo. 10 de Mayo de 2010, 2:54 pm.
El Parametricismo es un estilo que a pesar de describirse como diverso y complejo carece de hecho de diversidad. Todos los proyectos se parecen y sólo los arquitectos son capaces de distinguir diferencias irrisorias y apreciar el flujo sensual de las curvas, o si fueron hechas con nurbs o subdiv. No resuelve ningún problema, pero proporciona a los egresados sueños de una impresora 3D gigante (que de hecho existe). Y de hecho Patrick, tan pronto como sea considerado estilo y se convierta en la corriente dominante, perderás tu condición de vanguardista.
Si ya es la corriente dominante, ¿quién quiere el mundo lleno de clones de Zaha Hadid Arquitectos? Y en el momento en que se ha hecho mención de principios positivos y negativos ha parecido una secta religiosa paramétrica. ¡Terrible!
Thierry Bidet. 11 de Mayo de 2010, 3:17 pm.
Estimado Patrik Schumacher:
“Empecemos una guerra de estilos” parece ofensivo para la comunidad de arquitectos como un intento impaciente para alcanzar la “hegemonía” usando sus propias palabras. Twitter está reconocido como una herramienta universal de comunicación porque todo el mundo puede usarlo después de un breve tutorial. No estoy seguro que, en el momento de escribir este artículo, haya tenido en cuenta la importancia de que cada arquitecto y diseñador comprenda cómo pueden diseñar en el denominado estilo paramétrico.
La propia Zaha Hadid ha empleado un rico vocabulario arquitectónico durante su dilatada carrera, así que ¿por qué restringirnos a un solo estilo? Los historiadores reconocerán que el teleférico de Nordpark es una combinación de dos familias arquitectónicas diferentes, entre la parte aérea y la planta. Es un proyecto transicional en término de estilos.
Sinceramente:
Thierry Bidet.
David Hamilton. 12 de Mayo de 2010, 1:43 pm.
¿Hegemonía de un nuevo estilo unificado? No necesitamos ninguna hegemonía de un nuevo estilo unificado…
En nuestra sociedad fragmentada con libertad de opinión, ¿por qué o cómo podría prevalecer un nuevo estilo dominante? Wishfull thinking…
Eng gram. 12 de Mayo de 2010, 4.34 pm.
Trabajamos para una de las “burbujas” de Patrik hace unos años. El problema es que se pasaban todo el tiempo dibujando isocurvas e intentando encontrar la forma en que esa extraña forma pudiera funcionar como un edificio. En un momento de humildad el arquitecto jefe levantó las manos y admitió que tras seis meses, ¡todavía no habían encontrado la forma de encajarlo!
Para más comentarios sobre el artículo de Patrik visiten nuestro blog.
Maurice Clarke. 17 de Mayo de 2010, 9:51 am.
Mientras tanto, en el mundo real, ninguno de mis clientes podría permitirse el tiempo, energías o coste de una “burbuja” paramétrica para su vivienda o comercio en una calle suburbana… y probablemente tampoco gustaría a los urbanistas.
Pero seriamente, hay cosas más importantes que un “estilo” arquitectónico. Por ejemplo, salvar la tierra diseñando edificios sostenibles que empleen el mínimo consumo energético en su construcción y uso. Esto podría llevarnos a un estilo que alcanzaría la hegemonía.
Patrik Schumacher. 17 de Mayo de 2010, 10:46 pm.
Es agradable ver que mis declaraciones han generado comentarios, algunos de los cuales merecen una respuesta. Comenzaré por Maurice Clarke: la capacidad de diseñar un ensanche suburbano con un pequeño presupuesto no es la mejor situación para decidir el poder e importancia de un estilo contemporáneo. Un mejor supuesto sería un gran centro de uso mixto dentro de un entorno urbano complejo, o un nuevo sub-centro urbano. De hecho cuanto más grandes y complejos son los proyectos es más evidente la superioridad del parametricismo en comparación con el Movimiento Moderno / Minimalismo o el Clasicismo. Es por eso por lo que ganamos ese tipo de concursos.
Usted habla del consumo energético mínimo. De hecho el parametricismo está conceptualmente adaptado para cumplir la agenda ecológica. Tanto en términos técnicos como de sensibilidad la arquitectura paramétrica es capaz de elaborar respuestas adaptativas y diferenciadas para los diferentes parámetros ambientales; por ejemplo, estos datos se usaron como aportación directaza para un script que diferencia los elementos en sombra. (ZHA ha sido capaz de mantener argumentos de este tipo de forma efectiva y ha ganado dos concursos para centros de investigación energética).
Esto también responde al comentario de Peter Chandler sobre las necesidades reales. Y también responde a Michael Badu. Estoy de acuerdo con él en que hablar de un estilo de época me hace comparar este punto de inflexión, en términos de urgencia y universalidad, con la revolución industrial que inició el Movimiento moderno. Sin embargo, el ahorro energético, y el reto ecológico en general, es sólo uno de muchos factores a tener en cuenta. No puede definir una nueva era. Lo que justifica y demanda un nuevo estilo es la reestructuracion socio-económica de los últimos 35 años. La estable y homogénea sociedad fordista de la producción en masa ha dado paso a la red multicultural y dinámica de nuestra sociedad actual (factores contribuyentes: globalización, revolución micro-electrónica…). La clave es la capacidad organizativa y comunicativa del nuevo estilo y su repertorio proyectual (La motivada envolvente de diferenciación ambiental también servirá para orientar a los usuarios hacia un ambiente diferenciado real).
Aprecio el apunte de Thiery Bidet sobre el rico vocabulario arquitectónico de Zaha. Sin embargo, el parametricismo continúa la trayectoria histórica de expansión del repertorio. El repertorio moderno y su consiguiente versatilidad para formular respuesta al creciente entramado de necesidades proyectuales es mucho más amplio en comparación con el clasicismo. El parametricismo aumenta aún más esta versatilidad. A la vez, la nueva habilidad para establecer asociaciones implica que el orden y la legibilidad se pueden mantener y potenciar. No debería pensarse que el manejo de las nuevas herramientas y técnicas vaya a ser tan sencillo como usar twitter. Es importante aclarar que posicionar al parametricismo como estilo es insistir que la mera adquisición de nuevas herramientas no es la solución. El estilo ofrece una nueva aproximación a la arquitectura basada en avanzadas técnicas y herramientas de diseño por ordenador. Sin embargo, el parametricismo como estilo implica mucho más que el simple empleo de ciertas técnicas y herramientas. Como estilo el parametricismo está marcado por sus propósitos, ambiciones, principios metodológicos y criterios de evaluación, así como por su repertorio formal característico.
Es cierto que el concepto de estilo (en la forma que lo entendemos hoy día) no surge hasta el siglo XIX. Pero lo hizo al tomar conciencia de los estilos anteriores del Gótico, Renacimiento y Barroco. Y el concepto pronto dio paso a la inevitable pregunta, formulada a mediados del siglo XIX: ¿en qué estilo debemos construir? Esta pregunta planteó el reto de desarrollar un estilo arquitectónico moderno. Esta cuestión es, una vez más, relevante. La actitud “somos personas modernas, eclécticas, y como tales deberíamos hacer lo que queramos”, es simple indulgencia. Cualquier profesional serio debe dar cuenta de sus valores y métodos. Alguien dijo que “los arquitectos simplemente deberían trabajar con las formas que más se adecuen al proyecto. Los historiadores pueden preocuparse por el estilo”. Esta actitud pragmática es muy común. Estaría bien para los arquitectos de la corriente dominante, pues por extensión pueden probar la viabilidad de las mejores alternativas prácticas. Esta misión de la arquitectura como disciplina es innovar el mejor repertorio práctico en línea con los cambios históricos generales. El pragmatismo ad hoc no es suficiente para lograr esto. Para esta vanguardia se necesitan nuevos principios mediante la combinación de la reflexión teórica y la experimentación. Lo importante aquí es formular una nueva aproximación, nuevos conceptos viables, valores, métodos, criterios… Cuando el Movimiento Moderno entró en crisis lo que hasta ese momento se consideraba “adecuado para el proyecto” quebró. La primera reacción fue buscar ayuda en la arquitectura histórica. Empezó la búsqueda de nuevos principios. Creo que sólo recientemente, en los últimos diez años, han madurado una serie de principios (conceptos, valores, métodos, criterios, etc.) hasta el punto de ser capaces de convencer a cada vez más arquitectos y clientes.
Alguien dijo: “tan pronto como sea considerado un estilo, se convierte en corriente dominante y usted perderá su estatus de vanguardia”. Eso es genial. Ganar a la corriente dominante es la ambición de cualquier movimiento serio de vanguardia. Sin un amplio seguimiento la vanguardia deja de serlo. No queremos ser exclusivamente raros. Queremos la compañía de muchos colaboradores y competidores. Esto está ocurriendo: la mayoría de los arquitectos jóvenes que conozco quieren participar en esta aventura colectiva que va a cambiar la fisionomía urbana del planeta en el siglo XXI de la misma forma que hizo el Movimiento Moderno el siglo pasado.
John Bassi. 18 de Mayo de 2010, 0:53 am.
No durará mucho, ahora estamos en un momento de frugalidad y cinturones de castidad.
Soupdragon. 18 de Mayo de 2010, 1:55 pm. ¿Cómo puede evitarse la segregación funcional con el doble pasillo de de la Academia Evelyn Grace? Especialmente cuando los arquitectos han segregado el edificio en tres escuelas separadas cada una con su propia entrada.
Daniel Morales. 18 de Mayo de 2010, 2:41 pm.
Este señor me recuerda a los sacerdotes medievales encapuchados que preferían mantener a las “masas” ignorantes mientras hablaban latín simplemente para retener la “autoridad” en sus manos. Cuando se plantean preguntas simples se obtienen sentencias como “Esta misión de la arquitectura como disciplina es innovar el mejor repertorio práctico en línea con los cambios históricos generales”.
Creo que el trabajo de Zaha Hadid es interesante, pero este pontificado y decir a los demás que la suya es la única perspectiva legítima mientras evade preguntas… Buena suerte con su misión de decirle a los otros cómo pensar, pero creo que sus “principios metodológicos, criterios evaluativos, y repertorio formal característico” son totalmente erróneos.
“No queremos ser exclusivamente raros.”
¿Quiere usted más?
Patrik Schumacher. 18 de Mayo de 2010, 11:12 pm.
Gracias Daniel por considerar nuestro trabajo interesante. Si pienso en otra perspectiva más interesante, la consideraré. ¿Y usted? ¿Está seguro de lo que constituye un significado completo para la arquitectura contemporánea? ¿O está inseguro? (¿Hacemos lo que queremos? ¿Entonces? ¿O qué quiere la gente? ¿Qué quieren?) ¿Tiene usted la oportunidad de trabajar según sus convicciones, si las tiene? ¿Sería capaz de establecer los principios que caracterizan su trabajo? ¿Podrían estos ser válidos para usted? ¿Quién es Daniel Morales para tener todos los principios para él? ¿Qué cliente entraría dentro de las perspectivas personales de Daniel Morales?
Daniel Morales. 19 de Mayo de 2010, 1:09 pm.
Usted no puede o no quiere responder ninguno de mis argumentos. En primer lugar se esconde tras un muro de jerga arquitectónica, después de envuelve en un racimo de balbuceos psicológicos. Es increíble que un simplón como yo pueda sacarle de sus casillas tan fácilmente, máxime por sus convicciones. A la vez que pienso que su trabajo es interesante (no es otro cerebro muerto en una bote de cristal), creo que es feo, y ningún discurso cambiará eso. Debería investigar a Gaudí, que conocía bien la naturaleza de sus curvas. Por cierto, es sólo una opinión, nada personal. Mientras alguien le compre lo que usted vende, ¡siga así!
Anónimo. 19 de Mayo de 2010, 3:35 pm.
¿Realmente ha considerado Patrik Schumacher las consecuencias de su cruzada?
Como cualquier estilo, sus progenitores son los arquitectos de su propia destrucción. Conforme este estilo empiece a adoptarse y pervertirse por cada profesional que quiera destacar sobre sus predecesores, una especie de horrores construidos nos llevará a un mundo que sospecha de los arquitectos y su inclinación mesiánica.
Jorgan Geiger. 19 de Mayo de 2010, 6:23 pm.
Debo decir que aprecio sinceramente el candor y compromiso que pone Schumacher en este diálogo en línea (y no la innecesaria ampulosidad del texto original). Espero que continúe así, porque es una oportunidad inusual para abrir una brecha firme en el debate entorno a la práctica del diseño paramétrico. Lo que para mí es a veces problemático, aparte de la robusta tecnofilia que veo en muchos debates entre profesionales del diseño paramétrico, es la chocante ausencia de debate sobre los propios parámetros.
¿Cuáles son las consecuencias de los parámetros actuales? ¿Qué pasa, y qué servicio hace la geometría más allá de sus capacidades de adaptación a las diferentes condiciones?
Si aceptamos las tesis de Schumacher sobre estilo y parametricismo, lo que a mi entender sigue relacionándose incómodamente en la optimización de los procesos (aunque sean nuevos tipos de optimización, con fe en los absolutos), estamos más cerca de afirmar que cuáles son los parámetros con los que evaluamos los resultados. Un ejemplo: Schumacher hace una correcta diferenciación del uso de Twitter, pero nuestro mundo es un entorno cada vez más marcado por la interacción entre formas de computación. Esto produce nuevos protocolos de movimiento y entendimiento de los límites, de la cultura material y de todo lo que sea imposible de parametrizar de acuerdo al pensamiento en boga. ¿Cómo vamos a acoger en el ciclo vital de estas y otras líneas de falla en nuestra concepción del espacio?
Marina Topunova. 19 de Mayo de 2010, 8:53 pm.
Uno de los problemas de esta tesis es que se relaciona muy pesadamente con un enfoque formal. Por supuesto que la arquitectura tiene una forma y siempre la tendrá pero es mucho más que eso. Creo que el parametricismo se podría tomar más en serio si se formulara de forma diferente, pero incluso los Dogmas y Tabúes ilustran su definición de forma (formas fluidas y demás). Quizá con una representación demostrativa de formas fluidas y su influencia positiva en el medio ambiente y la ecología, pero como únicamente define la forma (el modo en que debería ser modelada y qué formas no sirven para formar parte de este movimiento) se acoge con escepticismo. Y si se prohíbe algo en forma de Tabúes, ¿cómo evolucionará este estilo a lo largo del tiempo? Prohibir enfoques formales u organizativos diferentes a los definidos inicialmente es el punto final, no hay futuro para ese estilo. Toda revolución empieza rompiendo las reglas, tal vez en lugar de prohibir algo debería dejarse un final abierto y ver si surge algo mayor con el tiempo. Nunca serás conocido como el último arquitecto del universo pero sí como el padre del parametricismo. Creo en la representación no en la forma (aunque es duro no ser formalista ya que los proyectos dirigidos desde la estética crean formas finales preconcebidas que impiden la venida de una nueva y mejor arquitectura).
Arboreal Architecture. 20 de Mayo de 2010, 7:40 pm.
Si el estilo “denota la unidad de la diferencia entre épocas arquitectónicas” no se trata del parametricismo sino de la nueva exploración de formas orgánicas gracias a Rhino, Maya y otros programas como factor unificante. El modo en que esa forma se deriva de parámetros entrantes o tiene una representación significativa a partir de parámetros salientes es algo más a poner en duda. La “vanguardia: insituciones docentes alrededor del mundo” está curiosamente limitado a Londres y Los Ángeles pero, habiendo vivido en ambas ciudades y estudiado en ambas escuelas, mi experiencia ha sido que el organicismo estructural prevalece actualmente a expensas de las profundas críticas de los parámetros entrantes y salientes. Ya no estamos hablando sobre un estilo o “paradigma” que merezca el nombre de parametricismo.
La mayoría del trabajo que sale de esas escuelas, a veces exquisitamente hermoso, adolece de un cuestionamiento riguroso de los parámetros arquitectónicos con los que podría encajar y qué tipo de representación les ofrecería el edificio a cambio. Nuestra obsesión con las herramientas de modelado complejo en tres dimensiones todavía controla las formas que hacemos en lugar de permitirnos crear una arquitectura tan responsable con sus condicionantes (programáticas, ambientales, etc.) como parece. Podemos construir una cubierta que parezca tan responsable como la copa de un árbol pero en realidad es una escultura estática, para nada guarda relación con una ecología compleja.
En nuestra práctica profesional intentamos emplear formas y materiales que encajen con parámetros como la luz, calor, estructura y programa para generar una representación espacial y ecológica genuina, incluso si lo resultante no tiene la forma fluida que habíamos pensado. Como apuntó Michael Badu en su comentario, la crisis energética y la sostenibilidad son los catalizadores más potentes para el cambio en la arquitectura, pero no creemos que eso se consiga oponiendo el estilo de BedZED al de Zaha y de hecho el estilo de ningún modo debería ser un término útil para esta argumentación. Los nuevos valores que dirigen las sostenibilidad deberían introducirse en el proceso de diseño y no deberían verse más como simples entorpecedores del estilo de la arquitectura formalista. Estos valores, aplicados a las técnicas paramétricas, aspiran a la representación real antes que mera escultura para crear el tipo de arquitectura que nos fascina y esperamos que retrospectivamente pueda verse como una diferencia unificadora en la arquitectura.
Constantin Cozma. 22 de Mayo de 2010, 1:12 pm.
En primer lugar creo que la mayoría de las respuestas negativas a este artículo se deben a su título, que es un poco rimbombante.
Me gustaría apuntar que hay una tendencia a malinterpretar el resultado formal de un proceso de diseño paramétrico. El hecho de que el Sr. Patrick Schumacher y Zaha Hadid estén investigando formas arquitectónicas orgánicas y fluidas, no significa que sea el único camino a seguir para el diseño paramétrico. Con las constantes y algoritmos adecuados podemos obtener cualquier resultado formal incluyendo formas cúbicas y recorridos y superficies rectas. Sin embargo el verdadero paradigma de esta nueva tecnología y filosofía no se basa en el resultado formal como estilo sino en todo el proceso de desarrollar la forma como resultado de diferentes condicionantes contextuales y funcionales.
En referencia a esto me gustaría enfatizar la importancia de la “emergencia” como concepto que existe en la naturaleza. Es una propiedad de los elementos/procesos simples e individuales el asociarse entre ellos y crear estructuras/comportamientos complejos e inteligentes (véase el concepto de Inteligencia de colmena). Este comportamiento puede identificarse en la totalidad del proceso generativo del desarrollo de superficies paramétricas. Aquí, la forma es el resultado de procesos acumulativos. Con esto no quiero que se me caracterice como tecnófobo o tecnófilo. Intento siempre permanecer escéptico o al menos pondero la situación y me gustaría preguntarle algo: ¿No es esta aproximación contextual y paramétrica un tipo de neo-funcionalismo? ¿Podría tratarse de la mejora del concepto válido de “la forma sigue a la función” pero por encima de la ideología formal del Movimiento moderno, en lugar de una forma que reacciona paramétricamente a los condicionantes contextuales, funcionales y culturales?
Anónimo. 24 de Mayo de 2010, 3:34 pm.
Guerra de estilos.
Es un periodo de guerra civil. Buzos de internet, operando desde una base oculta, han ganado su primera victoria contra el malvado Imperio Paramétrico. Durante la batalla, los buzos consiguieron robar los planos de la última arma del Imperio, la Burbuja Paramétrica, una pseudoteoría con la suficiente jerga y ampulosidad como para destruir todo un hilo de comentarios. Perseguido por los siniestros contactos industriales del Imperio, Underpaid Part I llega a casa a bordo de su raquítico tumbar, custodiando las plantas robadas que pueden salvar a su pueblo y restaurar la libertad en la galaxia…
Adam Mayer. 1 de Junio de 2010, 1:17 pm.
He escrito una respuesta al artículo del Sr. Schumacher en mi blog: Estilo y pretensión del parametricismo.
Marck Macy. 2 de Junio de 2010, 5:45 am.
“Paramétrico”: simplemente el último nombre de moda para lo que parece una burbujeante actualización del trillado mega-estructuralismo despótico. Ya saben, ese en el que todos debíamos someternos a la singular visión dictatorial del “artista-arquitecto-urbanista” que considera la capacidad estilística como poco más que la cadena del perro faldero del capitalismo global Tonterías milenaristas auto-complacientes que no tienen ninguna relevancia en las necesidades reales de la sociedad. No gracias; buen intento.
Mark Jones. 7 de Junio de 2010, 11:40 am.
“Metaballs” es un término más adecuado para el nombre de este estilo. Madure Patrick. Este tipo de intelectualismo pasó de moda con Jean-Paul Sastre.
Arthur Mamou-Mani. 11 de Junio de 2010, 5:57 pm. El Parametricismo se refiere directamente a una nueva serie de herramientas que se han desarrollando en los últimos años y cuyo uso se ha vuelto más amigable con la aplicación Grasshopper para Rhinoceros. Para los puristas, paramétricas sólo serán unas ecuaciones matemáticas específicas. Resulta sorprendente que un arquitecto pueda escribir un manifiesto a partir de una herramienta. ¿Podríamos hablar también de “Trazopapelismo” o incluso “Autocadismo” a lo largo de la historia? Los ordenadores en general o más específicamente el software paramétrico o incluso la programación por ordenador nos hacen como arquitectos la vida mucho más fácil: ahora podemos cambiar toda una serie de dibujos con sólo pulsar un botón. Estas herramientas liberaron formas que habrían sido difíciles de construir en el pasado.
Frank Gehry y Zaha Hadid no empezaron sus carreras usando ordenadores aunque ambos revolucionaron su uso en Arquitectura. Ambos tenían una visión de lo que la arquitectura podría ser. De forma simplista, Gehry quería construir un pez gigante y Hadid dijo no a los ángulos rectos. Los ordenadores resolvieron ambas inquietudes y crearon un extraordinario potencial para arquitectos jóvenes como yo, que también tienen sueños disparatados. Sin embargo no quiero verme a mí mismo encasillado por una herramienta que se quedará obsoleta en poco tiempo.
Señor Schumacher, ¿por qué hay una necesidad de crear un nuevo Manifiesto?
¿No se han hecho los arquitectos suficiente daño con otros “ismos”?
Muchas gracias por el gran debate.
Arthur.
Anónimo. 4 de Julio de 2010, 2:15 pm.
La investigación llevada a cabo en este capo, por Schumacher y muchos otros, ha tratado incuestionablemente áreas de la ciudad contemporánea muy interesantes y potencialmente importantes. Es importante entender la posición de los paramétricos aparte de las brillantes infografías que invariablemente acompañan a estos artículos. Como estudiante diplomado en la AA acudí recientemente a los jurados DRL en el estudio de la AA que lidera el Sr. Schumacher, y quedé impresionado al ver la increíble diversidad y la riqueza de métodos y sensibilidades de los estudiantes, con resultados increíblemente asombrosos. Sin embargo, a pesar de esta riqueza, el trabajo se reduce a estas seductoras infografías blancas (como ocurre con el trabajo de muchos profesionales en la vanguardia).
Esta increíble paradoja entre, por un lado, un enorme progreso e investigación ilustrada, y por otro una completa falta de imaginación en términos del potencial de este trabajo es muy preocupante para mí. Creo que esta brecha viene de la obvia y muy peligrosa discrepancia entre la posición marginal de los arquitectos y los múltiples actores y agentes que actualmente intervienen en nuestras ciudades – negocios, monopolios, promotores, ONGs, gigantes comerciales, etc. Sólo cuando tomemos una posición de humildad en este respecto, podremos revalorizar nuestro papel, como arquitectos, en la producción de la ciudad (un papel que podría cuestionar el propio concepto de “vanguardia”). En este contexto, las formas complejas y seductoras que produce el parametricismo (las cuales creo que son uno de sus máximos potenciales) sólo sirven para apartar y marginar a los arquitectos en el proceso de proyectar y planificar nuestras ciudades.
Por tanto, animaría al sr. Schumacher a expandir, en el sentido más espiritual de “investigar”, sus investigaciones para encontrar el contexto político y social de su trabajo. Esto también requiere que la comunidad académica tenga la responsabilidad de proveer a sus estudiantes con una serie de herramientas que permitan unir la práctica profesional con el rigor y la capacidad creativa que la que se puede encontrar en Zaha Hadid Arquitectos.
Suyo:
John.
David Walters. 5 de Julio de 2010, 2:59 pm.
En ninguno de estos comentarios he encontrado mención a la ciudad o forma urbana y su coherencia para con los barrios, etc. Las implicaciones de este renovado objeto-fetiche son preocupantes para los urbanistas pues nadie parece preocuparse por ello, o la noción fundamental de espacio público. ¿Realmente queremos promover una ciudad de de ondulantes formas curvas sin coherencia espacial entre ellas, en un discurso únicamente objetual? ¿Dónde está el espacio público en este debate? Los arquitectos cometieron este error fundamental antes…
Anónimo. 17 de Julio de 2010, 3:43 pm.
Comparemos el Centro Acuático Olímpico y el Velódromo:
- ambos usan modelos paramétricos para generar su forma.
- ambos responden a la estética de los deportes que se practican en su interior mediante la creación de una escultural forma en doble curva.
Sin embargo, uno usa vigas de atado de 12 metros de largo en contraposición con el otro, que sólo usa cables tensionados de 25 mm para conformar los arcos. Uno es ambientalmente responsable mientras el otro es una forma gratuita.
¿Cómo puede ZHA justificar el diseño únicamente en función de la apariencia cuando claramente hay temas más importantes como la sostenibilidad?
Patrick, su estudio está especializado en crear formas. Que respondan o no a los intereses de sus usuarios o el entorno es secundario.
Además está asociada a un conjunto de movimientos arquitectónicos fallidos, como el historicismo posmoderno.
Aquí es donde termina la guerra de estilos.
Me parece que se esta escribiendo sin conocimiento de causa la gran mayoría de las personas de este post.
ResponderEliminarEn realidad, desde Vitrubio se inicio a diseñar con parámetros. Lo único que ha pasado durante todo este tiempo, es que la tecnología se ha desarrollado, el papel y lápiz se ha convertido en plasma y procesadores.
Los procesos siempre la humanidad los ha tratado de automatizar, y lógicamente en la arquitectura también.
La propia naturaleza funciona y se crea en función de parámetros y variables que estan interrelacionadas bajo sus leyes físicas y dinámicas. El propio cuerpo humano funciona de esta manera.
El efecto venturi, este efecto famoso para los arquitectos con el que se creen sabedores del control de los elementos físicos en un habitat, funciona a través de procesos encadenados.
Estimados lectores, en hablar de un estilo llamado "parametricismo" supone al menos para mi, una gran ignorancia y decadencia que el arquitecto tiene hoy en día, su falta de cultura y conocimiento sobre la física, biología, matemáticas, creación de sistemas de gestión de información se deja ver en todas estas líneas.
No me extraña que la arquitectura actual sea tan vacia y el capital pueda comprar las conciencias y almas de los arquitectos. Es tan fácil comprar y llenar algo que esta vacio.
Queda la esperanza en que las nuevas generaciones, sean concientes a través de valorar la ética y no simples formalismos moralistas, para usar las nuevas tecnologías adecuademente para la regeneración de los sistemas y no potenciar el consumismo degradante de nuestras sociedades.
Para nosotros, la programación orientada a objetos, nos lleva a introducir datos del crecimiento de plantas para usarlas como sistemas constructivos biodegradables.
saludos
Estimado Rodrigo:
ResponderEliminarTenga en cuenta que buena parte de quienes respondieron al artículos del Sr. Schumacher eran profanos en materia arquitectónica o teniendo cierta formación ignoraban las sutilezas del parametricismo. Pero el primero en hablar de "estilo" es el propio adalid del parametricismo, el Sr. Schumacher, quien considera que su estilo será el vencedor en la guerra de estilos del siglo XXI, tal como pugnaban en el siglo XIX los arquitectos eclécticos por ver cuál de sus edificios era el que mejor expresaba el estilo de su tiempo. Al igual que los eclecticimos fueron "estilos para acabar con los estilos", la concepción del parametricismo como estilo es su propia sentencia de muerte, pues ahoga uno de los pilares de la modernidad como es el continuo cambio (en su mal entendido concepto de originalidad).
Efectivamente, la arquitectura y el mundo entero dependen de una serie de condicionantes internos y externos que desde la revolución científica del siglo XVIII han podido ser contrastados y formulados en leyes físicas, mecánicas... Pero no podemos reducir la existencia a meras fórmulas y parámetros clasificables y aplicables, eso nos convierte en vacíos positivistas sin más ética que el cientificismo.
Como bien indica, después de casi un siglo de Movimiento Moderno y sus secuelas, la arquitectura está llegando a un callejón sin salida; al igual que los maestros de la modernidad podrían ser clásicos pero eligieron no serlo, los nuevos arquitectos podrían ser modernos, pero elegirán no serlo. ¿Qué serán? Como a lo largo de la historia, el resultado de las experiencias y errores acumulados, junto con la voluntad de servir a la sociedad y no que la sociedad sirva o iconice, como ha ocurrido en las últimas décadas, a sus edificios.
Reciba un cordial saludo:
Pfunes
LLego tarde a esta tertulia. Qué pena. En todos los textos mandan las palabras. Corremos el peligro de que nos gobiernen.Tienen tantos significados como lectores. Y solamente deberían ser medios para transmitir ideas. ¿Qué significa estilo? ¿Cuál es el significado para explicar el parametricismo? ¿Cuál es su significado clásico? ¿Qué es arquitectura y qué para el parametricismo?. Pienso que el parametricismo NO ES UN ESTILO ARQUITECTÓNICO. Es una forma de representar, un recurso informático para relacionar la forma con la técnica. Una manera de trabajar haciendo operativos entre otras, la definición de complejidad, de sistema abierto, etc. Estimulante pero no determinante ni mucho menos válido para todos los casos. Carece de fortaleza teórica.
ResponderEliminarJorge Benavides S. Sevilla
Estimado Profesor Benavides:
ResponderEliminarMuchas gracias por su colaboración en mi página. Las aportaciones nunca llegan tarde y la reflexión que plantea es tremendamente interesante.
Coincido con usted en que el parametricismo no es un estilo arquitectónico sino un medio para lograr un fin que no es otro que la materialización constructiva de un edificio. El Sr. Schumacher ha querido elevarlo a la categoría de estilo en un estéril intento de revivir la polémica entre tradición y modernidad.
Aparte debemos tener en cuenta que cuando hablamos de estilo lo hacemos desde una óptica historicista pues lo consideramos como algo definitorio de un periodo ya pasado. Los estilos se definen "a posteiori" cuando todos sus elementos están perfectamente definidos y se identifican con facilidad. No se puede pretender que tu estética esté en continuo cambio y transformación y a la vez darle unas características que la hagan fija e inamovible.
Nuevamente gracias por su inteligente intervención y siéntase libre de comentar cuando y cuanto quiera.
Un cordial saludo.