miércoles, 17 de junio de 2009

Clasicismo depurado: La Universidad Laboral de Zamora


El clasicismo depurado fue una corriente surgida en el periodo de entreguerras como contrapeso a las Vanguardias nacientes tras la Primera Guerra Mundial. Como su propio nombre indica, este clasicismo pretendía depurarse de los excesos de los eclecticismos de décadas anteriores, así como del intento del modernismo de crear un arte nuevo. Se trata pues de una llamada al orden como la que supuso el neoclasicismo tras dos siglos de extravagancias manieristas y barrocas.

Aunque con frecuencia se suele asociar este clasicismo con los regímenes totalitarios (fascistas y comunistas), lo cierto es que fue una arquitectura habitual en todas las naciones europeas hasta la Segunda Guerra Mundial. Finalizada ésta, el Plan Marshall y el Estilo Internacional auspiciados por los Estados Unidos (que lo había adoptado como insignia del “New Deal”), desbancarán este clasicismo que queda recluido a los países de la órbita soviética, España y Portugal.

La reconstrucción de nuestro país tras la Guerra Civil se realiza dentro de los términos del clasicismo depurado, que en este caso toma como referentes arquitectónicos el Alcázar de Toledo (destruido durante la Guerra) y el Monasterio de El Escorial. Uno de los arquitectos más destacados de este periodo es Luis Moya Blanco, a cuya autoría debemos obras como la Iglesia de San Agustín o el Museo de América, ambos en Madrid, o las Universidades Laborales de Gijón y Zamora. Ésta última, construida en 1953, fue la primera de estas instituciones, esparcidas por la geografía nacional, y destinadas a centros de formación profesional para los jóvenes.

Vista aérea en los años 70

Situada en una gran manzana rectangular en la Avenida Príncipe de Asturias, la Universidad Laboral se estructura en torno a dos patios ajardinados. Paralelo a la Avenida se sitúa un eje en cuyos extremos están la Iglesia y el Salón de Actos, ambos construidos con la técnica de bóvedas tabicadas que hizo famoso al arquitecto por la rapidez y economía de medios (algo muy valorado en esa época de estrecheces).

Alzado calle Carlos Pinilla

El patio mayor, rectangular, está porticado con columnas dóricas simplificadas que sostienen arcos rebajados. El patio menor está coronado en sus esquinas por torres con chapiteles, otorgando un aspecto general muy herreriano y en línea del sobrio barroco de la Meseta.

Vista del Patio en Invierno

Exterior del Salón de Actos

Ábside de la Iglesia

El único punto donde el arquitecto se permite cierto despliegue de formas es en la fachada de la Iglesia y en la portada de acceso a la Universidad. La fachada de la iglesia presenta dos órdenes, jónico y corintio, si bien sólo un par de columnas de cada orden está superpuesta. Luis Moya hizo aquí un genial despliegue de sus conocimientos de la arquitectura clásica colocando, tras un paramento almohadillado, el primer orden jónico diástilo (separación en tres columnas equivalente a tres diámetros), mientras que el orden corintio tiene una disposición eústila (intercolumnio central tres diámetros y los laterales dos y cuarto – en este caso uno y medio). Separando los dos pares de columnas, una colosal puerta rematada por una cartela. Una imagen de María Auxiliadora (la Iglesia la llevan los Salesianos) preside la fachada, que termina en un frontón triangular partido por otra cartela. Se trata de un interesante diálogo manierista, donde los elementos del lenguaje clásico son perfectamente reconocibles y guardan una relación armónica y proporcionada a pesar de no seguir al pie de la letra la sintaxis vitruviana.



La puerta de acceso a la Universidad repite el mismo esquema del primer orden de la fachada de la iglesia: dos columnas jónicas con su entablamento completo flanquean una puerta con aparejo rústico donde las claves están desplazadas dando cierta sensación de controlada inestabilidad, como en el Palacio del Té de Mantua, obra de Giulio Romano.

1 comentario:

Si desea hacer un comentario que no tenga que ver estrictamente con la entrada en la que comenta, le ruego me escriba a pfunes1981@gmail.com o use el minichat.

Muchas gracias por su aportación.

No se publicarán comentarios solicitando intercambio de enlaces o sugiriendo visitas a otros blogs de temática no relacionada con este.