viernes, 10 de julio de 2009

El clasicismo en Flandes (IV). Lovaina

Lovaina es una ciudad universitaria. Su Universidad Católica fue fundada en 1425 y es una de las más antiguas del mundo. Toda la vida de la ciudad ha girado en torno a la Universidad, por la que pasaron, como docentes o como alumnos, grandes humanistas como Erasmo de Rótterdam, el español Juan Luis Vives, el médico Andrea Vesalio o el cosmógrafo Gerardo Mercator. Además fue un gran centro productor de paños y, desde el siglo XVIII, de cerveza.

El Ayuntamiento de Lovaina es una esbelta construcción gótica que se complementa con el cercano Tafelrond, un edificio neogótico que, como sucedió en Brujas con la bolsa, sustituía a un edificio neoclásico que a su vez sustituyó a otro medieval deteriorado y descuidado.

Ayuntamiento de Lovaina

Tafelrond

Lovaina también tiene su Iglesia de los Jesuitas, San Miguel, construida entre 1650 y 1671 por el Padre Guillermo de Hesius. Al ser unas décadas posterior a las Iglesias de Huyssens, la de San Miguel de Lovaina refleja los cambios en la arquitectura barroca en esos años. El interior sigue un esquema basilical con naves separadas por arcadas sobre columnas jónicas. La fachada está dividida en dos niveles que hacen eco de la distribución espacial interior con un único cuerpo central más elevado, en consonancia con la nave central, unido a los laterales mediante volutas. El nivel inferior es de orden jónico con el entablamento completo y se compone de tres cuerpos separados por pilastras dobles en los extremos y semicolumnas apareadas en el centro. Un frontón partido convive con los pedestales del orden del único cuerpo del segundo nivel, compuesto con su entablamento completo. Sobre éste, un ático flanqueado por jarrones y coronado por un frontón partido alberga un gran escudo de la Compañía de Jesús. Unas bandas horizontales de piedra acentúan el ritmo de la fachada a la vez que crean una tensión horizontal frente a su acusada verticalidad.

San Miguel de Lovaina. Fachada

San Miguel de Lovaina. Interior

El prestigio de la Universidad motivó la construcción de nuevas instalaciones y Colegios Universitarios que, además de acoger a los alumnos, cumplían funciones docentes e investigadoras. Estos edificios resultan muy interesantes por cuanto aúnan las funciones de bibliotecas, residencias, aulas y grandes salas de recepción. Destacan a ese respecto el Colegio Adriano VI, con una fachada de orden colosal compuesto con sus intercolumnios ocupados casi en su totalidad por arcadas; el colegio de la Santísima Trinidad combina las construcciones vernáculas con una portada en orden rústico; y el Gran Salón Universitario, por su armonía a pesar de carecer de un orden arquitectónico definible como tal.

Colegio del Papa Adriano VI. Lovaina

Colegio de la Santístima Trinidad. Lovaina

Gran salón Universitario. Lovaina

Gracias a la Universidad la ciudad no se vio afectada por la decadencia comercial que sufrieron otras ciudades flamencas. El ferrocarril llega a la ciudad en 1837, pero hasta 1875 no se construye la actual estación, que sigue los patrones del eclecticismo “Beaux Arts” importado de Francia. La estación además está precedida por una gran plaza rectangular que da la bienvenida al viajero.

La estación de Lovaina en 1917

La estación de Lovaina en la actualidad

Durante las dos Guerras Mundiales Lovaina sufrió graves destrucciones por parte del ejército alemán. En 1914, al inicio de la Primera Guerra Mundial, la Biblioteca de la Universidad ardió tras un bombardeo, perdiéndose gran cantidad de manuscritos, mapas y libros impresos, y levantando gran indignación en la comunidad internacional. Como parte del Plan de Socorro a Bélgica, el Gobierno de Estados Unidos decidió regalar a la ciudad un nuevo edificio para su biblioteca, siendo el encargado de realizarlo el arquitecto Withney Warren.

Plaza Ladeuze. Biblioteca de la Universidad de Lovaina.

Warren se documentó cuidadosamente en la arquitectura belga y ofreció una brillante pieza historicista que entronca con la tradición de edificios municipales flamencos. La Biblioteca es un edificio alargado con una arcada de once vanos en planta baja que se corresponden con sendos ventanales en planta primera, combinando magistralmente piedra blanca y ladrillo. Ocupando los tres vanos centrales se destaca el acceso con semicolumnas jónicas en el primer nivel rematado por un gran gablete con dos niveles de órdenes, corintio y compuesto, que se van estrechando y vinculándose con el anterior mediante volutas. Acompaña a la biblioteca un gran campanario que recoge también la influencia vernácula y clásica. A pesar de la rápida reconstrucción en la Segunda Guerra Mundial fue nuevamente destruida por el fuego cruzado entre británicos y alemanes, pero afortunadamente reconstruida donde estaba y como era.

Biblioteca de la Univerdidad de Lovaina. Detalle del gablete


Nuevo Museo Municipal de Lovaina. Sobre un pórtico dórico se anexa el volumen moderno, ofreciendo una solución de compromiso dentro del centro histórico.

5 comentarios:

  1. Hola, Pfunes:

    Magníficas fotos de Lovaina. No tengo el gusto de conocer esa ciudad, pero un humanista portugués sobre el que he trabajado mucho (Damián de Góis) vivió allí, estuvo en la universidad que citas e incluso participó en la defensa de la ciudad cuando fue atacada por los franceses (hablamos de 1540, más o menos).

    Me ha gustado mucho leerte y ver las fotos, realmente maravillosas.

    Un abrazo

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  2. GKCh, gracias por el comentario. Lovaina fue el gran centro difusor del humanismo en el Norte de Europa. Allí se forjó toda una generación de pensadores que allanaron el camino para la Ilustración.

    Un saludo.

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  3. Por tu excelente espacio tienes un merecido Premio Este blog es una joya. Por este enlace:
    http://www.marthacolmenares.com/2009/07/09/premio-dardos-y-este-blog-es-una-joya/
    Abrazos

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  4. Estimado Pfunes...Ante todo, agradecere la deferencia que me brindas al interesarte por mis modestos puntos de vista...Luego he accedido a leer tu perfil y aunque estoy muy lejos de tu cosmologia vital, no he podido evitar el impacto que ello me ha provocado. Tu sentido artistico, tu estética, la belleza, tu amor al arte, está tan enraizado en tu alma, que mas creo que lo rezumas...que lo respiras...Y lo haces de manera tan genuina, que hasta me ha conmovido, a mi, que soy un lego en la materia...Voy a seguir tus trabajos. Tengo el convencimiento de que voy a aprender muchas cosas contigo.
    Con afecto.

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  5. Martha, Muchas gracias por el premio. paso a exponerlo en la vitrina y a nombrar a mis propios premiados.

    Charneguet, quien se ha sentido conmovido he sido yo por su comentario. Pásese por aquí cuando quiera, comente, plantee dudas, proponga sugerencias de temas, lo que desee.

    Un saludo

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