La qubba es un volumen conformado por una base en forma de exaedro o cubo cubierta con una cúpula o superficie abovedada; esta bóveda puede simplificarse en un tronco de pirámide octogonal de carpintería cuyos ángulos se apoyan en cuatro trompas o pechinas. Su forma puede ser hemiesférica labrada en piedra, ladrillo o madera, o cubrirse con una bóveda poligonal o estrellada.
La qubba es un espacio carismático y protector que concede la inmortalidad al que está bajo su cúpula. Por eso se usa en arquitectura funeraria o en puntos singulares de la mezquita, como la maqsura, el tramo de arranque de la nave central o incluso el mihrab. En la arquitectura civil se utiliza como salón de honor o de embajadores de un palacio real o principesco.
En general, la qubba cubierta con cúpula pétrea se utiliza en mezquitas y en los santuarios cristianos mudéjares. En cambio, la cúpula de madera aparece en los palacios de la época del Califato, como Medina-Azahara, y a partir de allí en todos los palacios de época taifal, almohade y nazarí, y en la arquitectura mudéjar de los palacios cristianos de la Edad Media.
En la arquitectura religiosa las primeras cúpulas aparecieron en la ampliación de Al-Hakam II de la mezquita de Córdoba, en la segunda mitad del siglo X. Su autor fue un arquitecto de origen armenio que trajo las bóvedas nervadas de origen tardorromano sobre base cuadrada, con plementerías apoyadas en nervios paralelos colocados dos a dos, cubriendo de este modo el primer tramo de la ampliación de la gran mezquita cordobesa. Con él colaboró un artista bizantino a quien debemos las bóvedas gallonadas que constituyen sus plementerías. La cúpula construida en la actual capilla de Villaviciosa muestra en tres de sus ángulos, a modo de maquetas o modelos, ensayos de nuevas fórmulas, ya cordobesas, de bóvedas octogonales apoyadas en trompas angulares y desarrollando las dos posibilidades geométricas de polígonos octogonales estrellados.
Mezquita de Córdoba (s. VIII - X). Planta y sección de la Maqsura.
Mezquita de Córdoba (s. VIII - X). Esquema de la bóveda central de la maqsura.
Mezquita de Córdoba (s. VIII - X). Bóveda central de la maqsura.
Mezquita de Córdoba (s. VIII - X). Esquema de las bóvedas colaterales de la maqsura.
Mezquita de Córdoba (s. VIII - X). Bóveda colateral de la maqsura.
Mezquita de Córdoba (s. VIII - X). Bóveda de la actual Capilla de Villaviciosa.
Estos tres modelos son los que tuvieron más desarrollo en la arquitectura religiosa posterior, tanto taifa (oratorio de la Aljafería de Zaragoza), como almorávide (Mezquita de Tremecén en Argelia, con bóveda nervada de plementos de yeso calados) o almohade (con nervios tabicados en ladrillo). Pronto pasó a la arquitectura cristiana (Capilla de Talavera en la Catedral de Salamanca, Iglesia del Santo Sepulcro en Torres del Río y tantas más).
Palacio de la Aljafería, Zaragoza (1065-1081). Bóveda del oratorio.
Catedral vieja de Salamanca (s. XII - XIII). Bóveda de la Capilla de Talavera o de San Salvador (s. XII).
Iglesia del Santo Sepulcro de Torres del Río, Navarra (s. XII). Bóveda del crucero.
Gran Mezquita de Tremecén, Argelia (1082). Cúpula del mirhab.
En época almorávide se produjo un traslado de artistas andalusíes al norte de África para trabajar en la construcción de capitales como Marrakech, Fez, Tremecen, Argel, y otras. Allí tendrán que adaptarse a los materiales disponibles, y asimilar novedades llegadas del oriente Iranio, como la bóveda y el arco de mocárabes, constituidos ambos por una trama geométrica que cubre densamente el plano mediante una serie de prismas triangulares y rectangulares acoplables por sus lados y rematados con cortes en forma de pinjantes, que se escalonan por órdenes superpuestos, formando bóvedas o arcos estalactíticos, o incluso piñas o volúmenes colgantes de mocárabes (denominadas muqarnas por los franceses). Con este sistema se pueden crear vuelos decorativos a modo de cornisas, o bóvedas complejísimas como las de la Qarawiyyin de Fez, y que volvieron a triunfar en las salas de las Dos Hermanas y de Abencerrajes en torno al patio de los Leones de la Alhambra, edificado por Muhammad V de Granada, el gran sultán-arquitecto.
Palacio Nazarí de la Alhambra (s. XIV). Planta mostrando la Sala de las Dos Hermanas (naranja) y la sala de Abencerrajes (amarillo).
Palacio Nazarí de la Alhambra (s. XIV). Bóveda de la Sala de Abencerrajes.
Palacio Nazarí de la Alhambra (s. XIV). Bóveda de la Sala de Dos Hermanas.
Los diversos órdenes de muqarnas conforman, al adherirse con yeso y trasdosarse con cañas y una masa yesosa de gran grosor, una bóveda monolítica de alta resistencia, sobre la que se monta una armadura leñosa “de lo prieto”, que permite el apoyo del tejado.
Simultáneamente, carpinteros andalusíes inician en Fez y en Tremecén, una línea evolutiva de la armadura clásica de tijeras, empleada para cubrir los templos y “bouleterios griegos y también las basílicas romanas, conformado vigas compuestas triangulares cerradas en sus vértices mediante pares, tirantes, pendolones y tornapuntas. Esto llevó al invento de la que llamamos “armadura de par y nudillo”, o armadura a la española, y que constituye uno de los elementos más característico y persistentes en el tiempo de nuestro arte mudéjar e incluso de todo nuestro arte mudéjar colonial Hispano-Americano.
Esquema de una armadura de par y nudillo, o armadura española.
En la armadura hispánica no existe la asociación unívoca entre los pares y la tirante, sino que se multiplica el número de los primeros, o sea de los pares, y se reducen las grandes piezas necesarias para el atirantado. Esta multitud de pares triangulados en su cabeza por el nudillo, vienen a estribar en dos grandes vigas durmientes sobre las cabezas del muro de la nave, y son la que llamaremos, por ello, “estribos”. Estos estribos se atirantan periódicamente por dobles tirantes enlazados entre sí con labores ataujeradas de gran belleza, dejando ver en su fondo la gran artesa como bóveda trapecial formada por los pares y nudillos, pronto enriquecidos por la teoría de lazo y estrellas tejidas por la magia de la geometría almohade.
Así, los suelos destinados a soportar una planta superior son envigados o alfarjes, con toda su labor de “alfarjías y menado”, mientras que los techos destinados a apoyar la doble cubierta de tejado se ejecutan con armadura. Estas, pronto se adaptarán a la planta cuadrada, ochavada, e incluso circular, al servicio de las salas o tarbeas alargadas, o de las “qubbas” cupulares.
Un modelo de qubba o cúpula mas sencilla, labrada en ladrillo, es la de ocho paños o semicircular esquifada, sobre cuatro trompas de semibóvedas de aristas, fórmulas que tuvo gran difusión en época almohade y mudéjar. Se utilizó especialmente en arquitectura funeraria,-rábitas, morabitos y “rawdas” reales-, y de allí pasó a las iglesias toledanas y de la Baja Andalucía en las capillas laterales funerarias de sus templos mudéjares, e incluso como presbiterio de muchas iglesias modestas del Aljarafe sevillano. En la propia Granada se conserva la pequeña rábita de San Sebastián como testimonio de época nazarí.
Iglesia de la Magdalena, Sevilla. Bóveda de la Capilla de la Quinta Angustia (s. XIV)
Iglesia de Santa Marina, Sevilla (s. XIV). Bóveda de la Capilla de la Aurora (h. 1415).
Conferencia impartida por D. Rafael Manzano Martos el 17 de Noviembre de 2010 en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Notre Dame, EEUU.
Outstanding!
ResponderEliminarPablo you should see the intrados of the Church of the Angeli Custodi at Città Giardino Aniene in Rome built by Gustavo Giovannoni who was the most incredible scholar on Roman and Reinassance's vaults at the beginning of 20th century, and of course a great engineer-architect
All the best
Ettore
Thank you very much Ettore!
ResponderEliminarI've "googled" the church but could only find exteriors, it's a wonderful building!
Kind regards,
Pablo
Deberías añadir la bóveda de San Miguel de Almazán.
ResponderEliminarMuchas gracias por su aporte Sr. Anónimo. La lista de bóvedas nervadas de influencia islámica es muy extensa en la arquitectura medieval española.
ResponderEliminarLos ejemplos aquí citados son una muestra seleccionada por el arquitecto D. Rafael Manzano Martos para la conferencia que aquí se adjunta.
Reciba un cordial saludo.